El 'castillazo'
Ha sido un 'castillazo'. En primer lugar, al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), donde debería ya haber cese fulminante, si existe algún tipo de respeto ... a las instituciones del saber. En segundo lugar, a los promotores de la reforma de la reforma laboral: los peor parados del 13F han sido Ciudadanos, PSOE y Unidas Podemos.
Es increíble la nula campaña de Inés Arrimadas y Yolanda Díaz teniendo nueve provincias para elegir. Un presidenciable que no patea España no vale para el cargo que pretende.
El socialismo acusa un importante desgaste: dejar el lobo suelto y pedir el voto al ganadero supone una acrobacia complicada, por muchos millones que se prometan.
En tercer lugar, 'castillazo' a la estrategia del partido convocante, al que ha perjudicado la invasión de temática nacional en la campaña castellana y leonesa.
Ahora una legislatura más difícil que la que se clausuró, y a depender de Vox, que con el PSOE suma mayoría de bloqueo (41 escaños).
'Castillazos' positivos los de Abascal, que recogen el malestar más profundo contra Pedro Sánchez y su geometría variable no euclidiana, pero también un cierto orgullo castellanista en la visión de España; y de los provincialistas, especialmente en Soria y León, que explotan la queja combinada contra Madrid y Valladolid. El sorianismo será el nuevo teruelismo.
Para Cantabria, lecciones de urgencia. Las dudas de compromiso de fuerzas nacionales con problemas locales alimentan opciones alternativas, nacidas de irritaciones no calmadas: provincialismos (en las uniprovinciales, regionalismo) y 'voxismos'. Las oficinas centrales ya no tienen márgenes para más errores, si no quieren más 'castillazos'.
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