De la nada al todo
«De la na' al to'». Así de gráficamente sentenció una artista de otra época, enorme mujer, cuyo nombre no interesa ahora, al repasar su ... traslado súbito desde la miseria y el hambre a «la opulencia, el dinerito y el poderío», como ella misma expresaba con gracia. Como sabemos, en contadas ocasiones y en cualquier actividad, principalmente el deporte, la música, los negocios... acompañada por el trabajo bien hecho, la fortuna o las dos cosas, puede surgir el éxito abrupto, explosivo o llenacarteras.
Hombres o mujeres destacados/as, o afortunados/as (temo a la ministra) en una determinada actividad y en aluvión, reciben dinero a raudales. El dinero es capaz de abrirse paso 'a bayoneta calada' con enorme facilidad en las debilidades y llega al bolsillo de algunas personas sin máster previo y sin los arbotantes de sujeción y refuerzo de bóveda, cuyo eje principal es la sensatez, el sentido común y la decencia que, si existían, se rompen abruptamente. Por el camino se han ido perdiendo el barrio, los amigos, las antiguas costumbres, las fieles novias/os y, a la vez, llega gente nueva a su alrededor y ceden los bolsillos con rapidez, con los dineros y muchas más cosas volando.
Incluso si estos no cedieran, poco importa, porque se debilitó todo lo demás y aparece lo que ahora se llama un 'juguete roto', que mata tan bien como el coronavirus y resulta una expresión que me gusta poco, al asociarse inconscientemente a la inocencia de los niños. Tarde, ya muy tarde, descubre generalmente la marioneta que no quería ser tan solo retratista (Confesiones, según Rembrandt) pero ya no hay tiempo, lamentablemente. Claro que me refiero a Maradona, por poner un ejemplo, nunca peor dicho, porque excepto en el deporte, su vida fue un fracaso goteado de maltrato, drogas, excitados comportamientos y amistades peligrosas, muchas amistades peligrosas. Nada ejemplarizante es subirle a las alturas o a los altares como no sea única y exclusivamente a los del futbol, que allí sí.
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