El empleo aguanta
El récord histórico de 21,9 millones de cotizantes en julio convive con una menor reducción del paro por la presión arancelaria
Los datos facilitados por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social permiten concluir que el mercado laboral español aguantó en julio. Cierto que con una ... reducción del paro sensiblemente inferior a la de los mismos meses de los dos últimos años, pero con un crecimiento de 4.400 cotizantes que proporciona un nuevo récord histórico de 21,9 millones de afiliados (Cantabria sumó 4.388 afiliaciones a la Seguridad Social con respecto a junio, pero solo 40 personas menos en el paro).
El motor turístico funciona a pleno rendimiento y dinamiza la contratación en Canarias y la costa levantina que ya comenzó a apreciarse en junio. Una circunstancia que tiene su contrapartida en la estacionalidad y en la figura de los trabajadores fijos discontinuos.
La destrucción de 179.000 puestos de trabajo en el sector educativo –123.000 de ellos el mes pasado– afecta especialmente a las mujeres. Y su consideración de «habitual» en el discurso oficial confirma que las administraciones se sienten demasiado cómodas con la expulsión hasta septiembre de los docentes que no alcanzan el tope de tiempo fijado por las comunidades autónomas para tener derecho a vacaciones.
En pleno verano, las valoraciones del Gobierno y los agentes sociales se ajustan al guion propio, aunque en esta ocasión teñido de cautela. Los nubarrones que acechan por los conflictos en el mundo y la guerra arancelaria desatada por Donald Trump llevan al Ejecutivo y los sindicatos mayoritarios a poner el acento en la creación de empleo estable, toda vez que se va corrigiendo la excesiva temporalidad que vino a combatir la reforma laboral. Aunque persista la dificultad para reducir el paro entre los mayores de 52 años, lo que el secretario de Estado de Seguridad Social llama «sesgo de edadismo».
El final del verano traerá de nuevo un choque en el marco del diálogo social que ya anticipan los representantes empresariales, inquietos por las amenazas internacionales pero especialmente por el propósito reiterado ayer por Yolanda Díaz de persistir en la subida del salario mínimo y de las retribuciones en general e impulsar la reducción de la jornada laboral.
Las patronales alertan de la pérdida de peso de las pequeñas empresas y los autónomos, y llaman a evitar «rigideces» y reformas que a su entender dificultan el aumento de la productividad y de la competitividad de la economía. Solo la voluntad sincera de alcanzar el máximo acuerdo posible permitirá afrontar la persistencia de objetivos diferentes por parte de empresarios y sindicatos.
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