Una voz unánime en la denuncia de lo intolerable
Las tres protagonistas de este foro, de sensibilidades políticas diferentes, analizan la realidad que hoy vive España. Distintas aproximaciones a una realidad compleja sembrada de escándalos, pero una voz unánime en la denuncia de lo intolerable
Rosa InésGarcía Militante socialista
Donde más duele
Un misil de alcance desconocido apunta al corazón del relato épico de Sánchez contra la corrupción. El 'mènage à trois' de los presuntos canallas deleznables ... señalados en informes policiales ha dejado catatónico al PSOE y pone en jaque al Gobierno. El viraje amoral de Cerdán y la deshumanización de estos sujetos nos ha dado donde más duele. «La decepción política no viene del fracaso de los líderes sino de que uno creyó sinceramente» (J. Shklar).
Ya sé que el PP está pendiente de múltiples sentencias por corrupción, que los ultras intentan colonizar el espacio público con intoxicaciones, que toda esta bazofia tiene el apoyo silencioso del poder económico y mediático, y que la Iglesia oficial ha sustituido la Biblia por los informes UCO como Evangelios. Pero eso no me consuela ni exime a Sánchez de su responsabilidad política.
Ante la magnitud del escándalo presente, intentar minimizar los costes retrocediendo a casos pasados es un error: provoca más hastío. Un gobierno en minoría y sin Presupuestos puede tener mayoría para resistir, pero la mayoría para gobernar hay que afianzarla. Señalizar que el Gobierno goza de credibilidad es pedir la confianza al Congreso. La gente decente nos exige claridad y verdad. ¡Hagámoslo!
Mi única posesión segura es mi libertad. Pongo la lealtad partidista detrás de mis convicciones éticas. Trabajé en la Transición y sigo haciéndolo orgullosa en el partido que modernizó España. Honrando la memoria de los que no están y los que siguen, continuaré defendiendo la causa noble del socialismo con firmeza y sin llorar.
María Luisa Sanjuan Exconcejal de Cs
El fulanismo inclusivo
Como el barón de Munchhausen, aquel noble que aseguraba haber salido de un pantano tirándose de su propio cabello, Pedro Sánchez intenta salir de su fangal estirando su soberbia. Esta tragicomedia nacional narrada minuto a minuto por todos los medios de comunicación ya no es fallo de guion o anécdota: es la obra.
En política, el fulanismo consiste en desplazar los principios ideológicos en favor del culto al líder. En ese contexto dejan de importar el programa y el partido, solo el ego y el poder absoluto de quien lo dirige. El ministro Óscar Puente lo definió muy bien: «el puto amo».
Así, el gobierno más feminista e inclusivo de la historia consigue incorporar fulanos y fulanas de conductas despreciables al tiempo que en el Congreso de los diputados pontifican y votan contra el proxenetismo y la prostitución. Qué difícil ser ministra, vicepresidenta o diputada en un contexto donde, al tiempo que se promete regeneración, se está hundido hasta el cuello en redes clientelares y tramas corruptas.
Yolanda Díaz, líder de Sumar, que se rasga las vestiduras y clama por la honorabilidad de su partido, vocifera a los cuatro vientos que esto es una vergüenza y que «se acabó». Como en tantos otros asuntos, nadie entiende muy bien qué es lo que quiere decir.
En sus manos queda resetear este gobierno y devolver la voz a la ciudadanía. Si no lo hace, siempre nos quedará Marx (Groucho): «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar remedios equivocados». Ánimo.
María LuisaPeón Militante popular
Un reparto estelar
Organización criminal. Así es cómo describe la UCO la trama pergeñada desde la cúpula del PSOE. Todo consta en ese archiconocido informe que transcribe las grabaciones realizadas por Koldo con un obvio propósito extorsionador. Koldo lo grababa todo
Lo de grabar para extorsionar parece marca de la casa –casa del pueblo– desde donde parece que partían las instrucciones a Leire Díez para buscar trapos sucios con los que contrarrestar las investigaciones policiales.
Parafraseando a Rufián, una versión cutre del Watergate. En este escándalo, llamaron 'The Plombers', los fontaneros, a los encargados de ejecutar el espionaje. Nuestra Leire decía que estaba haciendo un trabajo periodístico de investigación. Ella quería ser como Woodward o Bernstein (Redford y Hoffman en 'Todos los Hombres del Presidente'), pero se quedó en fontanera y al final su papel lo ha interpretado Carlos Latre en una de las mejores imitaciones que se recuerdan.
Koldo grababa, Leire guardaba, Cerdán repartía y el Fiscal, como la secretaria de Nixon, que reconoció haber eliminado 18 minutos de audios incriminatorios, borraba.
Al filtrador principal del Watergate se le conoce por 'Garganta Profunda' que, siguiendo con el parafraseo rufianesco, comparte nombre con una de las películas porno más cutres de los 70. Después de haber oído cómo nuestros protagonistas se repartían las prostitutas, sólo nos falta desayunarnos un día con un audio de Ábalos reproduciendo la más famosa frase de la saga Torrente.
Aún nos queda por saber quién juega el papel de Nixon en nuestro Watergate particular. Hablando de porno, llámalo X.
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