Rata topo desnuda

Además de su aspecto, la rata topo desnuda tiene múltiples características que hacen de ella un animal muy poco común. Es el único mamífero de sangre fría, no regula su temperatura corporal, y su estilo de vida se asemeja mucho al de las abejas o las hormigas: una reina y sus trabajadores habitan la misma colonia, dentro de complejos subterráneos. Los individuos de cada casta se distinguen físicamente, los excavadores y defensores de la colonia tienen grandes incisivos; la reina, vértebras especializadas que se alargan tras su primer embarazo y la hacen ser más grande que el resto; los sirvientes son pequeños y cuidan de la prole, al tiempo que suministran comida a la reina y a sus crías. La reina es la única hembra que se reproduce, y lo hace exclusivamente con 2 o 3 machos de su colonia. Ella orina en determinadas cámaras de la madriguera, donde los demás se revuelcan, porque su orina posee una feromona especial, que deja estériles al resto de las hembras y a la mayoría de los machos de la colonia. Tras la muerte de la reina, el efecto de las feromonas se pierde, y un número reducido de hembras lucha a muerte por sucederla.

Pero estas curiosidades no son las características que han convertido a este pequeño animal en objeto de interés por parte de la ciencia. Para empezar, su longevidad es extraordinaria: los ratones de su tamaño viven alrededor de 4 años, pero no es extraño que estas ratas alcancen los 30 años de edad.

Presentan una elevada resistencia al cáncer, incluso cuando se les induce de forma experimental. Los últimos estudios señalan que esta resistencia se debe a la acumulación de ácido hialurónico de elevado peso molecular, ya que la desactivación del gen que codifica su síntesis conlleva la aparición de tumores.

Los últimos estudios publicados sobre nuestra protagonista han comparado sus ovarios con los de ratones en diferentes fases de desarrollo. Los ratones mostraban una disminución de la fertilidad a partir de los nueve meses, cosa que no sucedía en la rata topo. De hecho, la rata topo reina nunca deja de reproducirse, no muestra descenso de fertilidad hasta su muerte. Esto contradice la extendida creencia, casi un dogma desde los 70, de que las hembras de los mamíferos nacen con un número finito de óvulos que se agotan con el tiempo, por eso la fertilidad disminuye con la edad. El estudio planteaba tres hipótesis: nacen con muchos óvulos, no mueren tantos óvulos, o se siguen creando después de nacer. El equipo encontró pruebas de que los procesos se daban de forma simultánea. La hembra nace con un número muy elevado de óvulos, las células precursoras se siguen dividiendo en animales jóvenes y también se encuentran en ejemplares de 10 años de edad.

Miguel Brieño-Enríquez, biólogo en la Universidad de Pittsburgh, explica que conocer cómo funciona la fertilidad de la rata topo desnuda podría ayudar también en la medicina humana. «El ovario es algo más que una fábrica de bebés, la salud del ovario influye en el riesgo de cáncer, la salud cardiaca e incluso la esperanza de vida. Un mejor conocimiento del ovario podría ayudarnos a encontrar formas de mejorar la salud en general».

Los investigadores tienen todavía mucho trabajo por delante, pero podemos empezar a soñar con que este pequeño fenómeno de la naturaleza, que mide unos 10 cms. y pesa lo mismo que un lápiz de labios, nos acerque a la solución para algunos de los problemas que más preocupan a la humanidad.