García Lorca en 'la Menéndez'

Península de la Magdalena. 'Las Caballerizas'. Agosto de 1985. Treinta y seis años atrás. Cuando ir a «la Menéndez», en expresión de época, ... tenía un aquel que nada tiene que ver con el actual. Y no ya sólo porque fuéramos más jóvenes y entusiastas, sino porque aquella era una universidad internacional de verano distinta. No mejor ni peor que la actual, diferente. Como tuve oportunidad de narrar en 'Diario de Estío', de cuyo agotadísimo libro me piden tantas fotocopias y de tantos sitios que me es de todo punto imposible atender las incesantes peticiones que recibo por las redes sociales, esa maravilla de nuestro tiempo que sufrigozamos. Recuerdo el día, la hora, el momento de la inauguración de la placa cerámica que celebra el paso por 'la Menéndez' de Federico García Lorca y 'La Barraca', con su legión de talentos, duchos en todas las artes. Ante la modesta y graciosa placa conmemorativa, colocada en la fachada de entrada a la planta baja del edificio principal, antesala de recepción y cafetería, nadie se para a fotografiarla. Qué pena, penita, pena que hasta el selecto alumnado de la UIMP pase de todo. El mural testimonia un hecho transcendente. Bajo el emblema del grupo teatral, nacido del ingenio e impulso del grandioso poeta granadino, la leyenda manuscrita sobre el barro blando advierte de un simpar suceso. Que es pecado olvidar.

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