Historia de un club

Pero fue la profesora de Educación Física Emilia Fuentecilla la que en 1966, al incorporarse como docente al Instituto Marqués de Santillana, consigue popularizar el voleibol entre las alumnas. Poco después, otros nombres se añaden al proyecto. Juan Pérez Abascal, también profesor del centro, Alejandro del Río y Joaquín Díaz, luego entrenadores, con sus enseñanzas técnicas contribuyeron a la formación de las jugadoras sentando las bases de lo que finalmente sería la matriz de un equipo que fue consiguiendo una trayectoria plagada de triunfos inesperados para una escuadra tan modesta y humilde.

Desde el primero en la temporada 1969-70 al lograr su primer Campeonato Provincial se sucedieron los éxitos deportivos. Entre otros, recordemos los ascensos a Segunda y Primera División, continuando con un campeonato y tres subcampeonatos de Liga, dos campeonatos y otros dos subcampeonatos de la Copas de la Reina, dos campeonatos más en la categoría de plata, y su participación en la Copa de Europa.

Siempre en los primeros puestos de la clasificación y aportando jugadoras a la selección nacional, los problemas económicos hicieron que el club tuviese que renunciar en alguna ocasión a formar parte de la máxima categoría. No era muy rentable para las empresas patrocinar a un equipo femenino en una época que no tenía visibilidad el deporte practicado por las mujeres. La ilusión, el coraje, la tenacidad y la pasión por el club lograron el apoyo de algunas firmas comerciales que dieron diferentes nombres al club. Asimismo, sufrieron un nomadismo en cuanto al escenario de sus partidos: polideportivo de Polanco, de la Sniace, Vicente Trueba y La Habana Vieja. Las jugadoras, entrenadores y directivos que sucesivamente ha tenido el Voleibol Torrelavega, desde su fundación, merecen el reconocimiento y el estímulo de la ciudad.