Inocentes

Más de una vez he comentado la alegría que me produce ver disfrutar a los pequeños en nuestros parques infantiles. Siempre es una buena noticia ... la creación de nuevos parques o la mejora de los ya existentes sustituyendo los aparatos antiguos o caducados por otros más modernos y atractivos, y a la vez más seguros. Donde hay niños hay futuro. Este es uno de los grandes retos de la sociedad actual: nuestra baja natalidad y su trayectoria descendente en el mundo occidental desde los años sesenta del pasado siglo. Ya pocos recordamos las familias de cuatro o cinco hijos. ¿A dónde nos encaminamos si no hay recambio generacional? Como más o menos estamos convencidos de que los niños no vienen de París, aunque creemos unas muy bien estructuradas direcciones generales para la reproducción o la despoblación, algo más habrá que hacer. No hace falta mucha imaginación, pero también más voluntad y empeño por parte de quienes nos gobiernan. Quizás entretiene más lo del cambio climático, sobre todo si con ello se hace espectáculo o negocio. Pobres hombres prehistóricos: apenas contaminaban y sin embargo vieron desaparecer especies, sufrieron volcanes, terremotos, epidemias…, y mira a dónde nos han traído. Menos mal que algunos se solazaban pintando en las cavernas.