Iberia
Esta semana visitó Santander David Uclés, que es mucho más que el escritor de moda en las letras patrias este año. Y no solo por ... el éxito de su novela o por el estilo rompedor con el que recrea la guerra civil, entre el Macondo de García Márquez y el 'Amanece que no es poco' de José Luis Cuerda. Qué va: lo suyo va más allá, con una implicación entre ética y estética que lo mismo le lleva a aparecer en las fotografía promocionales con la vestimenta de su abuelo incluida la cuerda que utilizaba a manera de cinto– que a negarse a comprar ropa nueva, porque «ya hay demasiada», y tampoco es plan de cargarse el planeta.
Sin embargo, una de las ideas que defiende este músico, escritor y dibujante es una redefinición de las fronteras nacionales, olvidándonos de los viejos estados de España y Portugal y unificando toda la península bajo un solo estado, Iberia. Para rizar el rizo, además con doble capital.
La idea, a primera vista, parece maravillosa. Eso sí, después de superar la sorpresa inicial, porque después de tantos años de publicidad, es difícil desligar el término de la compañía aérea. Y aún peor: lo de 'ibérico' suena mucho a jamón. Del bueno, eso sí, pero jamón al fin y al cabo.
«Así se superaría el nacionalismo» defiende Uclés. El problema, claro, es que no está claro que opinarían los otros moradores de la península, empezando por andorranos y gibraltareños, y siguiendo por vascos, catalanes y gallegos. Y claro, los portugueses, porque si en este 'club' hay ya dos o tres que se quieren salir, como para que entre alguno nuevo. Aparte de lo bien que viven algunos en el nacionalismo, ¿o no?
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