Una sola salud
Un pequeño cambio en un determinado sistema puede generar consecuencias impredecibles
Doctor en Bioquímica por la Universidad Complutense. Excoordinador por Cantabria en el proyecto nacional IMPaCT-Genómica
Martes, 18 de noviembre 2025, 07:15
El concepto de la teoría del caos, conocido como efecto mariposa, describe cómo un pequeño cambio en un determinado sistema puede generar consecuencias impredecibles.
Hoy ... día no podemos considerar la salud humana como algo independiente de la salud animal y la salud ambiental. Un pequeño cambio en estas últimas puede tener un gran impacto en la salud humana.
En la película Contagio (2011), la ruta del caos empieza en Hong Kong, con una fruta mordida por un murciélago. Esta fruta, contaminada con un virus, es engullida por un cerdo que acaba en la cocina de un restaurante. Los clientes, de diferentes nacionalidades, son los vehículos que en pocos días transportarán el virus a otros continentes. Esta película nos recuerda a todos otra ruta del caos reciente y grabada con dolor y lágrimas en nuestra memoria: la pandemia de covid-19.
Los virus tienen su propio hospedador natural, pero, como todos los seres vivos, tienen la capacidad de mutar y de lograr lo improbable: saltar la barrera entre especies. Y ¿por qué es improbable? Porque saltar esa barrera implica que el virus tiene que encontrar la puerta de entrada a las células del nuevo hospedador y adaptarse a su maquinaria celular.
La pérdida de especies, la degradación de hábitats naturales, la polución, la introducción de especies foráneas invasivas y el cambio climático global están alterando la vida en nuestro planeta. Estos factores aumentan el riesgo de transmisión de patógenos entre animales y humanos: cerca del 60% de las enfermedades infecciosas emergentes en humanos tienen un origen zoonótico.
La deforestación y el cambio de uso del suelo no solo destruye biodiversidad, sino que acerca patógenos que antes estaban aislados
En el simposio 'One World, One Health', organizado en la Universidad Rockefeller en 2004, se introdujo oficialmente el término One Health. Las conclusiones del simposio se resumieron en 12 recomendaciones que establecen un abordaje holístico para prevenir epidemias y mantener la integridad y biodiversidad de los ecosistemas en beneficio de los humanos y los animales. El concepto One Health ha sido posteriormente adoptado por diversas organizaciones internacionales, como la OMS y la FAO.
La deforestación y el cambio de uso del suelo no solo destruye biodiversidad, sino que acerca patógenos que antes estaban aislados. Es como abrir una caja de Pandora vírica. Un ejemplo muy bien documentado es el de la epidemia de Ébola en 2015. La tala de bosques en zonas de África occidental y la invasión humana de hábitats selváticos hicieron que humanos y murciélagos frugívoros, hospedadores naturales del virus, ocuparan espacios comunes. La manipulación y consumo de carne de animales silvestres y el consumo de frutas del bosque contaminadas, constituyeron vías de entrada del virus en poblaciones humanas.
Los virus pueden convertirse en pequeños monstruos, al más puro estilo Frankenstein. Fijémonos en el origen del virus de la gripe A (H1N1). Este virus tiene como material genético ARN, con tasas de mutación más altas que los virus con ADN. Lo característico del virus H1N1 es que su genoma es el resultado de una combinación de genes de diferentes virus de la gripe porcina, aviar y humana. Esta diversidad permite que los virus se adapten con más facilidad a nuevos hospedadores y entornos. Es impactante leer en la página de Naciones Unidas que, según un informe de expertos de 2020, alrededor de 1,7 millones de virus actualmente «no descubiertos» viven en mamíferos y aves, de los cuales hasta 850.000 podrían tener capacidad de infectar a los seres humanos.
El objetivo es hacer realidad el mensaje de la OMS y otras organizaciones: crear un marco estratégico mundial para reducir el riesgo de enfermedades infecciosas en los ecosistemas que albergan animales y personas. Sin embargo, a pesar de los múltiples esfuerzos que se vienen realizando, el tránsito hacia una política alineada con el concepto One Health está siendo claramente muy lento e insuficiente.
La realidad nos muestra que la velocidad a la que se producen los cambios en nuestro planeta supera con creces la de los cambios en las políticas de los países. Políticos, científicos y público en general tenemos la obligación de seguir perseverando en el concepto One Health y concienciarnos de que es la mejor, y posiblemente la única, opción para preservar nuestra salud y la de las generaciones futuras.
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