¿Paula o Pablo? Dos destacados regionalistas piden el voto

De las muchas enseñanzas que nos dejó nuestro añorado Rafa de la Sierra, hay una que tenemos grabada a fuego: «El sucesor de Revilla es el partido». Hemos tenido la suerte de contar durante décadas con un candidato electoral insustituible, irremplazable. Nunca fue nuestra intención buscar otro Miguel Ángel Revilla. No existe.

Pero sí somos un partido fuerte, con una estructura sólida, con mucho talento, capacidad y experiencia. En nuestras filas hay muchas personas, hayan dado el paso o no, que harían un estupendo papel como cabeza de cartel en las próximas elecciones.

Tenemos alcaldes y alcaldesas, muchos jóvénes, que gobiernan hoy con solvencia en sus municipios. Que son queridos, saben gestionar y resuelven los problemas de los ciudadanos. Contamos con un nutrido grupo de dirigentes, que han demostrado su capacidad en aquellos puestos en los que el partido les ha pedido que estuvieran. Y militantes con probada experiencia en distintos ámbitos que, a buen seguro, harían un excelente papel si dieran el paso a la política activa. Pero no se trata de elegir a uno bueno, sino al mejor. No al mejor solo por ese tipo de cualidades individuales que revierten en uno mismo, sino porque poseen también esas otras que tienen un impacto significativo en los demás. Necesitamos a esa persona capaz de aglutinar, de hacer partido, de hacer viable una sucesión casi imposible sumando hasta multiplicar. Esa persona que mejor represente ese 'partido' que ha de suceder a Revilla. Porque solo así, el PRC logrará estar donde tiene que estar: en el Gobierno, afrontando los desafíos, presentes y futuros, de nuestra Comunidad Autónoma. Y todos sabemos quién es.

Somos conscientes de que nos encontramos en un momento crucial para nuestra formación que, por lo tanto, lo es también para Cantabria: no podemos fallar. Tenemos que elegir la persona que mejor nos represente, no a unos pocos –ni a los de allí ni a los de allá, ni a los jóvenes ni a los mayores– sino a todos. Y todos sabemos quién es.

No necesitamos un delantero goleador, un lateral rápido ni un defensa inquebrantable. A todos esos ya los tenemos y seguirán en nuestro equipo. Necesitamos a un entrenador, a un líder que sepa sacar lo mejor de cada uno para competir en un partido que es nuevo para nosotros.

Sabemos quién es. Puestos a hablar de cualidades, las reúne todas. Experiencia demostrada de gestión; conocimiento en profundidad de cada rincón de Cantabria; una imagen pública acorde a lo que es: una mujer formada, una mujer regionalista de siempre, que ha ido conociendo el partido 'desde abajo' y desde todos los ámbitos de gestión. Y en todos ha hecho un papel sobresaliente. Y, por supuesto, una mujer con un proyecto para Cantabria que es esencia pura de nuestros principios regionalistas.

Hay una frase recurrente que todos hemos escuchado o pronunciado en alguna agrupación de militantes, comité local, junta vecinal o ayuntamiento, bien en el equipo de Gobierno, bien en la oposición. Ante cualquier adversidad, siempre había alguien que pronunciaba la frase: «Llama a Paula». Porque ante un problema, buscamos siempre a la persona que resuelve, que se implica, que hace los problemas suyos, que conoce las respuestas. Que llora y ríe con nosotros. Que trabaja sin descanso. Que nunca mira el reloj.

Todos sabemos quién es. Porque todos hemos llamado a Paula.

Puente Viesgo fue el lugar donde nació el PRC, la reunión clave, el primer sentimiento de que esta tierra se tenía que llamar Cantabria florecía con decenas de compañeras y compañeros. Hoy, casi cincuenta años después, estamos ante un nuevo 'volver a sentir' y, a unos metros de donde se celebró esa reunión, estoy escribiendo estas líneas.

Como representante de decenas de afiliadas y afiliados al Partido Regionalista de Cantabria, muchos con experiencia institucional y otros desde el trabajo diario en los municipios, escribo estas líneas. No queremos ser espectadores en este momento crucial para un partido que ha marcado el rumbo de Cantabria durante décadas. Por eso, antes de votar este domingo, comparto estas reflexiones.

Este nuevo tiempo para el PRC no puede convertirse en una lucha de egos. Es la oportunidad de construir un proyecto abierto, participativo y moderno, que recupere la confianza de la ciudadanía y ofrezca soluciones a los retos de una Cantabria que ha cambiado.

Nos gustan las urnas, creemos en la participación como fuente de legitimidad democrática, y estamos seguros de que el PRC saldrá fortalecido de este proceso. Durante estos días de campaña, quienes apoyamos esta candidatura, la de Pablo Diestro, hemos hablado con personas valiosas que se sentían olvidadas, y que han recuperado la ilusión al sentir que ahora su voz importa.

Cantabria necesita respuestas nuevas, las medidas del pasado ya no bastan; si queremos seguir siendo útiles a esta tierra, debemos abrirnos a la sociedad civil, a los colectivos profesionales, a los jóvenes y a quienes sienten que se han quedado fuera de la política. Necesitamos un PRC que escuche, que integre y que no actúe desde despachos, sino desde la participación de los militantes y la transparencia.

Quienes hemos recorrido esta campaña lo hemos hecho con respeto, sin imposiciones, sin presionar a nadie para que se posicione –por eso firmo yo este texto–. Nos hemos encontrado con una militancia viva, con talento en todos los rincones de la región, y convencida de que el cambio no es solo necesario, sino urgente.

Queremos un PRC que mire al futuro, que no se conforme con cambios cosméticos, que sea firme frente a los retrocesos que está provocando el actual Gobierno de Cantabria. La erosión de los servicios públicos, el debilitamiento del municipalismo y el aumento de las desigualdades no pueden tener una respuesta tibia.

Por eso apoyamos a Pablo Diestro. Porque combina experiencia de gestión, cercanía con la gente y una trayectoria que no viene de los despachos, sino de las urnas, del trabajo como autónomo y de saber lo que cuesta levantar proyectos desde cero. Porque representa un cambio real, integrador y participativo.

El 5 de mayo empezará una nueva etapa. Y queremos estar en ella. Queremos ayudar a construir un programa electoral con ideas de toda la militancia, que ilusione de nuevo a los cántabros y cántabras. Que les devuelva el orgullo de ser de aquí, de quedarse, de confiar en un partido que trabaja por y para Cantabria, sin instrucciones desde Madrid.

Es el tiempo de la militancia. Y es también el tiempo del cambio. El cambio que representa Pablo Diestro.