La UIMP y la psicología científica
Hoy, más que nunca es fundamental potenciar la proyección internacional de nuestra excelencia universitaria
Este verano, a finales de julio, la Escuela de Psicología José Germain, dirigida por el profesor Helio Carpintero, catedrático de Psicología y actual presidente de ... la Academia de Psicología de España, ha acudido a su cita en el Palacio de La Magdalena. La participación de los expertos e investigadores en esta XXII edición giró en torno a un epígrafe sugerente y oportuno: 'Psicología, sexo y género. Un tema actual'.
Si asistir como alumno a diversos cursos en La Magdalena ha sido para mí una satisfacción, en esta ocasión —todo un honor y una experiencia—, participé de una página histórica y trascendente de la psicología española: «90 años de Historia de la Psicología en Cantabria».
En el acto, presidido por el rector Carlos Andradas, además del profesor Carpintero intervinieron la doctora García Vera, catedrática en la Universidad Complutense; el doctor Germán de la Riva representando al Colegio de Psicólogos y miembros de otras instituciones. Una excelente publicación entregada a los asistentes, con fotos, textos y recortes de prensa, proporcionó una visión detallada del impacto en los medios de la época de aquel curso del año 1935, siendo rector el célebre físico Blas Cabrera, y secretario el gran poeta Pedro Salinas.
Ciencia, Humanidades, Artes, Técnica… Nada le era ajeno a aquella ilusionante y recién nacida y bautizada como Universidad Internacional de Verano en Santander, fundada por Fernando de los Ríos, ministro de Instrucción Pública en el primer gobierno de la II República. En 1933, bajo el rectorado de Menéndez Pidal, la «Universidad de Universidades» —en expresión del exrector César Nombela—, inicia su andadura: «En el Real Sitio de La Magdalena comenzaba a emerger un modelo muy especial de universidad que sigue teniendo vigencia». Con motivo del 90 aniversario de la UIMP, también felicitaba al rector Andradas por su acierto al celebrar la efeméride. Aunque bautizada con otro nombre, desplegaba «El debate abierto multinacional, científico y cultural».
En el curso 1935, en el tercer año de vida de aquella jovencísima universidad, entre los días 18 y 27 de julio, la psicología aplicada a la educación, a la medicina y a la industria, recibía el espaldarazo de la Ciencia. Destacaban nuestros expertos José Germain, Mercedes Rodrigo, Emilio Mira, Sacristán, Lafora, Barnés, Xirau, Lavín, entre otros, junto a los reconocidos extranjeros: Claparède, Bühler, Janet, Binet, Myers, Ponzo, Langfeld, el P. Gemelli, Michotte…; al mismo tiempo se estaba gestando en Santander la celebración al año siguiente en Madrid del XI Congreso Internacional de Psicología.
Recalco el año: 1936. En palabras de Carpintero, era «aquel Congreso que no podría llegar a ser» en el marco de la gran tragedia que viviría España, y tendría que celebrarse en julio de 1937 en París.
Si en 1935 era impensable adivinar que aquella pujante universidad veraniega vivía sus últimas horas, aún más difícil todavía sería pronosticar la evolución de la psicología científica en España después de la Guerra Civil. Aunque la imposición oficial de la psicología escolástica parecía enmascarar tanto la cátedra de Psicología Experimental del profesor Simarro (1902) de la Universidad Central de Madrid, como los dos institutos psicotécnicos de Madrid y Barcelona, de los años 1920s, dirigidos por los doctores Mira y Germain, la psicología era ya una ciencia que imparable avanzaba en los países desarrollados.
El germen logró mantenerse y fructificar con algunos psicólogos en el exilio, y con el pequeño grupo del Dr. Germain y sus primeros discípulos: Yela, Pinillos, Úbeda y Siguán, entre otros. Poco a poco se dieron pasos importantes: en 1953 se creó en Madrid una Escuela de Psicología Experimental y Psicotecnia, y en 1968 la psicología pasa a ser una especialidad de la licenciatura en Filosofía y Letras de Madrid, pero la primera Facultad de Psicología en España no se establece hasta el año 1980 en la Universidad Complutense.
Gracias al empeño y apoyo del rector J. L. Delgado, esta Escuela de Psicología «José Germain, inició sus cursos en la UIMP en los comienzos de este siglo y ha alcanzado su XXII edición. Muchos nombres deberán ser recordados junto a los doctores Pinillos y Carpintero, los pioneros. Hoy 'sí ha llegado a ser': su compromiso y su voluntad vencieron dificultades y comprometidos silencios.
En el Real Sitio de La Magdalena, cerca ya de su primer centenario, en medio de ese prolífico maremágnum de universidades públicas y privadas con sus correspondientes cursos de verano, brilla el acrónimo de la UIMP. Períodos de esplendor han alternado con penurias, confusiones y desencuentros. En el mundo nuevo de cultura digital, de inteligencia artificial y globalización de la ciencia y el saber, ¿responderá la UIMP a los retos y a actuales demandas sociales? ¿Más internacionalización y menos política? Recordamos uno de los últimos deseos del profesor Nombela al despedirse del rectorado, quizás ese proyecto que no pudo lograr: voluntad, imaginación y una ineludible racionalización. Hoy, más que nunca: «Potenciar la proyección internacional de nuestra excelencia universitaria».
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