Las Islas Afortunadas
El archipiélago es un punto estratégico en la relación UE-España-China
Las islas son mucho más que pedazos de tierra sobresaliendo del mar, rodeados de agua. Con estrategia, son nodos de poder. Los británicos –nativos insulares– ... saben mucho de esto… por algo intentaron durante siglos hacerse con las islas Canarias. Aún hoy nuestro archipiélago mantiene buena parte de su codiciado potencial, pues representa un elemento crucial para la proyección internacional de España, como pequeña potencia con intereses globales que somos (y pretendemos seguir siendo). Las islas Canarias son el 'pivot' perfecto entre África, Europa y Latinoamérica. Moros, holandeses, franceses e ingleses han intentado quedarse con esas 'bisagras' españolas entre Europa y África. Sin éxito. El potencial actual de las islas Canarias como nodo estratégico en la relación UE–España–China revela una poderosa continuidad geohistórica que España puede explotar con inteligencia, visión y diplomacia. Por un lado, China, que ya tiene importantes intereses comerciales en el archipiélago, necesita rutas atlánticas seguras, simbólicamente europeas pero operativamente multicontinentales. Por otro lado, la UE necesita territorios-puente regulados, donde experimentar nuevas formas de cooperación no subordinada. Además, España necesita una palanca de influencia global que la coloque como actor multipolar sin confrontar a EE UU ni rendirse a China. Sin visión, solo veremos agua; con estrategia, el archipiélago representa una forma de ganar en relevancia e influencia. Un posible 'hub canario' no es solo un punto en el mapa: es toda una narrativa estratégica, destacando sus ventajas fiscales, infraestructura moderna y sectores emergentes como la agricultura sostenible y las energías limpias. Hace 500 años, Canarias unió continentes con barcos de vela. Hoy, con proyección y estrategia, puede volver a unir civilizaciones. Si hay visión de Estado y compromiso a largo plazo, Canarias puede ser una joya logística entre tres continentes.
Por algo se apoda al archipiélago canario como 'Islas Afortunadas'. Xi Jinping ha recalado en él tres veces en ocho años (el triple de visitas que a Madrid, Londres o Berlin en igual período). Nada es casual. En Las Palmas tiene delegación la mayor corporación mundial de explotación pesquera: la empresa estatal china Corporación Nacional de Pesca de China (CNFC). Además, en virtud de su lejanía geográfica al continente europeo, Canarias tiene reconocido el estatus de Región Ultraperiférica (RUP), lo que les concede el favorable régimen fiscal (Zona Especial Canaria - ZEC) vigente en el archipiélago. Esta condición tributaria sumada a su infraestructura moderna y avanzada conectividad, convierten a Canarias en lugar idóneo para la atracción de inversiones chinas en sectores estratégicos, el desarrollo de proyectos conjuntos en energías renovables y tecnología, la diversificación de mercados y el establecimiento de centros de investigación y formación conjunta (por no hablar de Sanmao y del aumento significativo de turismo chino que aquel romance hispano-chinesco puede representar para las islas, una vez su historia encuentre suficiente difusión).
Pero fácil no va a ser: son muchas las tensiones geopolíticas que afectan las relaciones comerciales con China, no son pocas las regiones europeas que compiten por atraer a China y toda aquella inversión que no redunde en reequilibrar la asimetría actual puede devenir en una mayor vulnerabilidad para España. Pero un filtrado selectivo de inversiones chinas en sectores específicos, desarrollando proyectos en energías limpias y tecnología, apoyará la descarbonización y autosuficiencia energética canaria, además de cooperar en agrotecnología, acuicultura, participando conjuntamente en proyectos financiados por la UE en sostenibilidad, digitalización e innovación, permitiendo a China una gestión logística conjunta en operaciones de transbordo y almacenaje en los puertos de Las Palmas o Santa Cruz de Tenerife (como ha hecho China en otros puertos europeos). Sin ingenuidad y con cautela pues negociar con China sin comprenderla es como caminar con los ojos cerrados. Arriesgado.
Los vientos alisios convirtieron a las Islas Afortunadas, durante la era de las grandes travesías colombinas, en la escala natural antes del salto transatlántico, funcionando como puente logístico entre Europa y América, motor de la primera globalización y punto clave para el éxito del dominio marítimo español. Precisamente gracias a su carácter periférico, la relevancia geoestratégica y geopolítica del archipiélago no es menor hoy de lo que era hace siglos. Su cercanía a África convierte a las islas en un bastión clave en la defensa de España con proyección en el Sahel, pero también un nodo de tránsito intercontinental crítico: el puerto más al sur de acceso a la UE. No es baladí: sin Canarias, Colón no hubiera llegado a América. Sin los alisios, no habría existido el Imperio español. Hoy no sólo soplan alisios… soplan también intereses geoeconómicos, logísticos, digitales y energéticos. Si en el siglo XV el archipiélago fue indispensable uniendo mundos desconocidos, en el siglo XXI puede volver a serlo si España aprovecha la oportunidad ofreciendo estabilidad, visión a largo plazo y utilidad estratégica a la UE y a China.
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