Lo que escriben los jóvenes
La pasada semana tuvo lugar la entrega de premios del certamen de relatos Gabino Teira que convoca el Club Rotario de Torrelavega, un concurso literario ... para jóvenes consolidado en el calendario y que ha llegado ya a la vigésimo séptima edición. Su larga trayectoria confirma dos cosas, el rigor en la organización por parte de los rotarios por un lado, y por otro, el interés en la escritura de los jóvenes que año tras año participan en el mismo. Es referencia obligada citar al novelista Juan Gómez Bárcena, que se presentó en tres ocasiones ganando en las distintas categorías según iba cumpliendo años.
Tengo el placer de formar parte del jurado desde el comienzo del certamen. Con ese motivo, me suelen preguntar de qué tratan los relatos, de qué escriben los jóvenes. Dado que a esas edades, 12 a 20 años, en tres categorías, les es más fácil hablar de lo cercano, de las vivencias más próximas, leer sus textos es una manera de aproximarnos a sus preocupaciones. El entorno escolar (intensas amistades, acoso...), familiar (relaciones con padres, hermanos y, más frecuente, abuelos, etc.), de los primeros amores y de sus sueños de triunfo y superación (deporte, espectáculo, ciencia...). Atmósferas oníricas. Presencia de lo mágico.
No faltan los viajes, las aventuras en países exóticos y los descubrimientos de tesoros. En esta última edición han sido frecuentes, en el tramo de más edad, los monólogos reflexivos sobre su situación personal que aluden a una cierta inseguridad, un intento de conocerse más y salir del pozo. Pero lo que más sorprende nuevamente es la presencia de la muerte. Muerte por enfermedad (abuelos, padres o amigos), accidente, conflictos bélicos, asesinatos en un relato tipo 'thriller' y suicidios. ¿A qué se debe esa ominosa presencia? Los psicólogos y educadores tienen en estos relatos materia de reflexión para conocer la personalidad de los jóvenes.
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