Cantabria, pierde
El debate de investidura de Pedro Sánchez ofrece muchas alternativas en su análisis. Trato aquí de examinarlo desde la mirada corta, la que se refiere ... a la repercusión que tendrá sobre los cántabros. Mi conclusión se resume en el título. 'Cantabria, pierde' y lo hace porque el pacto que permite al partido socialista renovar el poder se basa en consolidar la España desigual. Una nación en la que los cántabros quedamos como personas inferiores a los catalanes y vascos. El socialismo ha abjurado de la igualdad como principio esencial y admite un país en el que algunos tienen más derechos que otros.
Los cántabros hemos visto como, en los últimos cinco años, con un ejecutivo formado por socialistas y miembros de la extrema izquierda, las pocas inversiones prometidas se han ralentizado hasta la desesperación. El enlace de las autovías, en el nudo de Torrelavega, llevan tres años de retraso y no hay transparencia, porque no se informa del 'avance' de la obra. Del ferrocarril mejor ni mentarlo. La 'mejora', hasta el momento, consiste en ir en autobús hasta Torrelavega. Del avance del AVE entre Palencia y Reinosa poca información y la sensación de que los trabajos avanzan a un ritmo, según el cual el tren funcionará a finales de este siglo.
De la red de cercanías sólo comprobamos que los nuevos trenes se los llevaron a Cataluña, que el Gobierno se equivocó en el proyecto de las nuevas unidades y que el servicio es un verdadero desastre. Se tarda más en viajar en tren de Torrelavega a Santander, que hacerlo en coche.
Pese al abandono que padecemos los cántabros, en las últimas elecciones del pasado verano el PSOE duplicó en Cantabria el número de diputados electos. Debemos mirarnos a nosotros mismos, antes de lanzar culpas sobre otros. El futuro lo construiremos entre todos y debemos asumir nuestra responsabilidad.
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