La convivencia de generaciones
La mezcla de canas y ganas es muy potente si se sabe encauzar adecuadamente y un factor relevante en el éxito de las transiciones en las compañías
Las familias empresarias, con el devenir del tiempo, acaban generalmente convirtiéndose en organizaciones más grandes, más diversas y dispersas pues ya no se convive bajo ... el mismo techo. En estos casos tan comunes pensamos que los modelos de cohesión familiar fundamentados alrededor de reuniones en torno a la mesa camilla de la casa de los fundadores deben ser sustituidos y complementados con herramientas que atiendan mejor a esta realidad actual. El asunto cobra particular relevancia puesto que la cohesión familiar en torno a propósitos, proyectos o valores compartidos es clave para impedir el efecto perverso que acaban por tener los conflictos personales mal gestionados, causa principal, con mucho, de la desaparición de tantas y tantas empresas familiares
El modelo estático según el cual una familia creaba un negocio que hacía avanzar por generaciones ha quedado hoy ya obsoleto en incontables ocasiones si uno analiza en detalle la realidad de las empresas familiares de hoy. Las familias empresarias crean diferentes empresas a lo largo de cada generación, más allá de la que dio inicio a la saga, venden algunas de ellas, se alían con socios en algunas actividades, crean sus family offices… En definitiva, las familias empresarias de éxito acaban constituyendo ecosistemas sofisticados de cultura abierta.
Por otro lado, tenemos que tomar en conciencia que las familias son cada día, por efecto de las mejoras en medicina o alimentación que provocan sustanciales incrementos de la esperanza de vida, más numerosas, pues fácilmente pueden convivir tres, y hasta cuatro generaciones. A principio del siglo XX la edad media en el mundo apenas superaba los 30 años mientras que ahora está por encima de los 80 años en muchos países como España. En estas condiciones la convivencia de hasta cuatro generaciones va a ser cada día más común.
El modelo estático en el que una familia creaba un negocio que hacía avanzar por generaciones ha quedado obsoleto
También la movilidad se impone en nuestra sociedad y ya no es tan frecuente tener a toda la familia conviviendo en el mismo perímetro geográfico. Como dicen algunos, si queremos una familia unida esforcémonos por que vivan separados. En definitiva, las familias empresarias van evolucionando, crecen, afloran las diversidades y no siempre conviven todos en el mismo lugar que dio origen al negocio.
Estas situaciones plantean un panorama en el que se convierte en un verdadero arte la convivencia sana y fructífera entre generaciones. El factor clave para que funcione esta convivencia va a ser la comunicación. Comunicación franca, constructiva, empática, basada en la escucha activa y que sirva para construir consensos.
A los más jóvenes hay que pedirles respeto por la obra de sus mayores. Acumulan un acervo enorme de sabiduría, han vivido y ganado mil batallas, cuentan con una bien ganada reputación y se manejan con sólidos valores como la perseverancia y la honestidad. A los mayores hay que pedirles que confíen en sus hijos y nietos, que vienen muy bien preparados, cuentan con educación y mundo, entienden muy bien el entorno tecnológico, y hablan el lenguaje de hoy.
Crear espacios formales para la comunicación de la familia como son los foros familiares es fundamental. Hay que institucionalizar los procesos de comunicación y no dejar que afloren en momentos para la convivencia de la familia (la comida del cumple de la abuela o la comunión del sobrino). Es muy difícil que se solucionen en este contexto. Podemos provocar que familiares ajenos al problema en cuestión tomen partido por alguna de las partes con lo que provocamos involuntariamente celos o resentimientos. Lo que empezó por una discusión entre dos miembros de la familia en la sobremesa del domingo acaba convirtiéndose en un serio problema empresarial el martes involucrando a accionistas que nada tenían que ver con la discusión inicial y generando aún más tensión entre los que originaron el debate.
La localización y momento de estos espacios formales no va a darse de manera natural muchas veces y habrá que invertir horas y horas en la tarea de la comunicación constructiva y en la búsqueda de consensos. Pero contando con diferentes puntos de vista se construyen consensos más sólidos y relaciones más duraderas.
Y no olvidemos que la mezcla de canas y ganas es muy potente si se sabe encauzar adecuadamente. De hecho, hay muchas evidencias de investigación que demuestran que un factor relevante del éxito en la transición generacional de empresas familiares es la colaboración intergeneracional.
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