Cuando ayer empezó el chaparrón y nos quedamos al otro lado de una cortina de agua, fue el momento de buscar el abrigo. Y no ... precisamente el de la prenda.
Hacía unos días, un amigo me envió el enlace al videoclip de un músico que no conozco. Le di a reproducir, pero como todo lo que huele a reguetón me bloquea los oídos, lo apagué antes de dejar que el vídeo pasara de los cinco primeros planos, aunque tuvieran una luz especial. ¿La música es una cuestión generacional o degenerativa? Porque de la misma manera que se me cierran los poros con las canciones que tiran de vocoder, de bases repetitivas para que lo sexual rime con cualquier estribillo, supongo que a mis padres también se les cerrarían los oídos cuando al otro lado de la puerta de mi habitación sonaban entonces Smashing Pumpkins, Nofx o Hamlet. Al menos, esos grupos usaban instrumentos, aunque luego los sintetizadores y la postproducción también hicieran de las suyas. El caso es que los prejuicios que tenemos con la música actual de los jóvenes es equiparable a lo que nos sucede con sus cortes de pelo o su lenguaje articulado: hay una brecha temporal, ley de vida.
Cuando empezó a caer el chaparrón, recordé la luz del vídeo de mi amigo. Y lo volví a poner.
Más allá de lo musical, o de que el contenido de algunas estrofas dan para otra columna, en ese vídeo había una estética familiar. Aguanté los gorgoritos del vocoder del principio, y entre plano y plano, empecé a reconocer la Costa Quebrada, los pinares de Liencres, el Madero; entre los coches aparcados, reconocí la dejadez del verano, la juventud con su libertad y su falta de obligaciones, y la ligereza de la luz haciendo soportables los truenos de afuera. Vi el videoclip entero y busqué al autor del tema. «Ojalá algún día pueda vivir de la música», dice Manu Cort en la entrevista que leo para descubrir quién está detrás de 'Otro verano en casa'. Ojalá lo consiga. Es de Santander. No le conocía. No me entusiasma el sonido. Pero cuánto agradezco que nos haga regresar a ese momento aunque crezcamos. Sobre todo cuando diluvia.
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