En las últimas dos décadas, Cantabria ha experimentado altibajos en su impulso hacia la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), influido por ... eventos como la crisis financiera, la pandemia y los conflictos bélicos recientes. Tales eventos han impactado negativamente en el progreso tecnológico y económico de la región.
El Instituto Cántabro de Estadística (Icane) proporciona datos sobre el gasto en I+D y el gasto de las empresas privadas en innovación desde el 2000 hasta el 2022. Los años previos a la crisis financiera, 2006 y 2007, destacaron por el alto gasto en innovación por parte de las empresas privadas, un nivel que aún no se ha recuperado.
El gasto en I+D tanto público como privado empezó modestamente en el 2000 con un 0,45% del PIB, alcanzando su punto máximo en el 2010 con un 1,23%. Para el 2023, se estima que este gasto se situará alrededor del 1% del PIB, lejos aún del 1,5% de media de España.
En Cantabria, aproximadamente el 60% del gasto en I+D+i proviene del sector público y el 40% del sector privado. Sin embargo, en regiones españolas y europeas más avanzadas la mayoría del gasto en I+D+i, entre un 60% y 80%, suele proceder del sector privado.
En Cantabria, la Universidad pública juega un papel importante en el gasto público en I+D+i, siendo similar a la participación de las empresas privadas y superando cada una individualmente en mucho a la participación de las Administraciones públicas.
A pesar de las fluctuaciones sobrevenidas, garantizar un crecimiento sostenible en los gastos en I+D+i es crucial para el desarrollo económico y tecnológico a largo plazo de Cantabria.
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