La pasiega Fita y el gallego Mon

Acto primero.- Se alza el telón. PEDIDA DE MANO. 'El Cantábrico' (2.IX.1922), en primera: «Por la distinguida dama Eladia Pedrayo, viuda de Otero, ha sido pedida para su hijo Ramón, joven y culto catedrático del Instituto de Orense, a la bondadosa señora doña Máxima Muñoz, viuda de Bustamante, la mano de su encantadora y bella hija Fita. Tan agradable acto se celebró en la finca que en el precioso pueblo de San Vicente de Toranzo posee la madre de la novia. A las muchas felicitaciones que con este motivo están recibiendo los simpáticos novios unimos la nuestra muy cordial».

Acto segundo.- NUPCIAS. 'La Atalaya' (9.VIII.1923). «UNA BODA DISTINGUIDA».- En San Vicente de Toranzo se ha celebrado la boda de la encantadora señorita María José Bustamante con el cultísimo catedrático del Instituto de Orense, nuestro buen amigo don Ramón Otero Pedrayo. Apadrinaron a los felices contrayentes la respetable señora, madre del novio, doña Eladia Pedrayo, viuda de Otero, y el exalcalde de Santander, nuestro buen amigo don Vidal Gómez Collantes, firmando el acto de esposales don José Gutiérrez del Olmo, don Pedro Bustamante, don José Termé y don Fernando R. Rustillo. Terminada la ceremonia religiosa, se obsequió espléndidamente a los numerosos invitados, saliendo luego la venturosa pareja a realizar el acostumbrado viaje de novios».

No faltara quien reste importancia al asunto. Una boda más. Mas no. La del gallego Mon y la pasiega Fita, en San Vicente de Toranzo, encierra un sustantivo interés. El bigaru torancés anuncia el alba de un enjundioso episodio epistolar. Que, por sus pasos contados, se irá espigando al detalle.