La perla Peregrina

La perla en cuestión es de tal tamaño y tan inusual que está considerada la gema más valiosa de la Historia de Europa, desde que Felipe III se hizo con ella al ser encontrada en el siglo XVI en aguas del archipiélago de las perlas de Panamá, que nada tiene que ver con los paraísos fiscales que, aunque también están muy de moda, son otra cosa, aunque sean usados, como la Peregrina, por el mismo perfil de personas.

Siendo objeto de deseo para la realeza española, es con la llegada a España de José Bonaparte, cuando la Peregrina acaba en Francia en el ajuar de su esposa Julia Clany, que al divorciarse le pide la perla como quien pide «el rosario de la madre», y se la llevó a Estados Unidos acompañado de una amante, testando al morir que la Peregrina, pasase a Napoleón III que en 1848, en vez de hacer una paralela, se la vendió para poner en orden sus finanzas, al marqués de Abercom, hasta que en 1969 sale a subasta y le gana por la pasta, que no por la mano, Richard Barton a Alfonso de Borbón, que se vuelve a España, como se vinieron los ejércitos españoles sin las colonias.

Total, que aunque lució la Peregrina, la actriz Elizabeth Taylor en dos películas al parecer, hay otra perla Peregrina, a saber ahora cuál es la verdadera, adquirida por Alfonso XIII, que llegó tras la renuncia a los derechos dinásticos de don Juan, a Juan Carlos I, y fue lucida en varias ocasiones por la reina emérita Sofía, lo que nos permite afirmar, que la Peregrina, auténtica o no, está en buenas manos, pues a saber lo que podía haber sido de dicha joya, si la del 'safari' se hubiese encaprichado de la misma, y se la hubiese llevado para Inglaterra, lo que después de lo del Peñón de Gibraltar, podría ser considerado, además de un escándalo, toda una afrenta. ¡Menuda perla!