El rompeolas de Castro, la gran incógnita
Me pregunto: ¿empezarán la obra del rompeolas? ¡Por Dios, cuanta mentecatez! El proyecto de chapucilla del rompeolas que pretenden, lo quieren llevar a cabo en invierno ... .
Llevan gastándose el presupuesto ya hace varios meses y la mar ya ha barrido el rompeolas con sus olas tres veces, sí, tres veces, que si hubiesen tenido la maquinaria como pretendían, se hubiesen ido a la bahía. ¡Madre mía! y el presupuesto gastándose, porque hay alquileres de maquinaria embarcaciones, artefactos y gente cobrando ya nómina y el Cantábrico riéndose y encima solo para tapar caries que no para fortalecerle, como sería preceptivo.
Hablan de año y medio en la labor, otro disparate, a no ser que hagan una alianza marítima con el Océano para que les respete. Esa obra si se hace con conocimiento y profesionalidad, se lleva a cabo en seis o quizás ocho meses, trabajando día y noche como se hace en todas las obras marítimas del mundo, ya se sabe, para no perder comba o ripio como se dice en Castro, por el hormigón, que es quien marca la pauta y eso que tengan suerte de que no recale un temporal como los del 1964, que se llevó medio espigón del rompeolas.El del 1976 se llevo medio Superpuerto o, más cerca, el del 1996 que se llevo la mitad del puente.
«El rompeolas de Castro está muy bien diseñado y situado. Una gran experiencia tuvo que tener quien lo construyó»
Me tocó vivir estos temporales en toda su intensidad y les puedo asegurar que fueron auténticos tsunamis los que arribaron al puerto de Castro Urdiales. Esas noches los barcos en sus amarras, cuando llegaba la resaca, tenían que dar marcha atrás para no subir su proa encima del muelle. En 1964 yo ya profesional, todos los que allí nos encontrábamos esa noche de invierno, y éramos toda la gente de la mar, pudimos ver cómo en cuestión de segundos, se vaciaba la dársena.
El agua salía por la punta del muelle en catarata a la bahía, que se encontraba casi vacía, pronto venia la resaca en barra (empujando y rompiendo con un ímpetu ensordecedor), atacando como hordas marinas y no había suficiente boca de entrada (tienen los muelles 13 metros de ancho) para dar paso a tanta masa de mar, por lo que rebosaba por encima de los muelles.
El rompeolas de Castro está muy bien diseñado y situado. Una gran experiencia tuvo que tener quien lo construyó o recogería referencias de los pescadores, porque si los vientos reinantes en nuestra zona, fuesen los nortes (el tiempo que más castiga al rompeolas) hubiese habido que construir el rompeolas en otra dirección mas norte, para no dejarlo tan perpendicular a los maretones de este viento, pero entonces la mar del noroeste, la reina de los mares en nuestra zona, con el primer temporal, se lo hubiese llevado.
Los nortes por fortuna no soplan con frecuencia y tienen un periodo de paso muy corto, pero hacen más daño a nuestro rompeolas que la mar de fondo que puede durar días azotando. Y esta es la gran razón del beneplácito de nuestro actual puerto, ya que solo nos barre un extremo de ola.
Estrabón ya cita de la mala fortuna que ofrecen estas costas y si el Cantábrico hubiese sido bonancible como el Mediterráneo, Roma hubiese sido la cuna del mundo de la navegación septentrional y dominadora de los mares. Terminando este artículo me informo de que van a comenzar las obras del rompeolas: que Dios les coja confesados.
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