Un servicio esencial en condiciones extremas

Sin embargo, la falta de actividad de muchos de nuestros clientes ha reducido drásticamente la carga de trabajo de las empresas de transporte, en algunos casos por encima del 70%, lo que está poniendo en riesgo la continuidad de los negocios.

No están en mucha mejor situación aquellos transportistas que están trabajando, porque sus servicios son imprescindibles y de primera necesidad, pero lo hacen en condiciones extremas y al límite de su aguante financiero, ya que la imposibilidad de conseguir cargas de retorno hace que se incrementen los kilómetros recorridos en vacío y los tiempos de espera, lo que supone que en estos momentos el transporte de mercancías diste mucho de ser rentable.

La dramática situación que estamos atravesando, la más grave sin duda de nuestra historia reciente, nos obliga a reclamar medidas excepcionales y de aplicación inmediata, dirigidas exclusivamente a proteger tanto al tejido empresarial y a los cerca de 600.000 puestos de trabajo del transporte de mercancías por carretera, como a evitar que se pueda poner en peligro el buen funcionamiento de la cadena de suministro de sectores claramente estratégicos durante esta crisis.

Las empresas de transporte de mercancías son un elemento vital para el comercio, la industria y la vida cotidiana, y una vez que se haya acabado esta pandemia las economías de toda Europa necesitarán que estas empresas reanuden las operaciones de inmediato para apoyar la recuperación económica. Por eso, los diversos Gobiernos deben brindar su apoyo a las empresas de transporte a la mayor brevedad posible, lo que requerirá acciones en el ámbito laboral, financiero, tributario y europeo porque sin éllas serán muy pocos los transportistas que puedan permanecer operativos una vez que finalice esta crisis sanitaria.