La cara 'B' de las barriguitas

Porque sí, es un momento absolutamente mágico en el que dos personas en realidad son una sola; dónde todo lo que hagas, vives, pienses, escuches y comas repercute de una forma directa en otra personita y que, de una manera u otra, marcará muchas cosas de ella. Ese momento vital donde la soledad no existe durante unas aproximadamente 40 semanas; siempre a dúo hagas lo que hagas. Pero existe una cara 'B' menos contada, oculta o maquillada. Una cara 'B' que se produce cuándo tu cuerpo sufre una metamorfosis total, desde tus nuevos y más largos dedos de los pies a la raíz de tu pelo. Donde todo lo que eres pasa a un fue y te conviertes en la 'casa' de una vida que se crea dentro de ti, haciéndose hueco sin cesar desde el primer momento.

Una cara 'B' llena de vómitos diarios para unas, de cinturas que desaparecen para todas, de ropa que deja de valerte, de suelos demasiado lejos, de pensar siempre en un segundo protagonista que ya es el actor principal de tus días, de miedos diarios, de nuevas sensaciones, de vueltas imposibles en la cama, de los mil y un paseos al baño, de ese momento del parto, de su trabajo y de su esfuerzo, de esas piernas que no paran por la noche o de esas muñecas que se duermen sin cesar.

Una cara 'B' llena de ciáticas que no dejan que te muevas o de ese reflujo que no te deja pegar ojo, de esos bailes nocturnos dentro de ti y de esas caricias por dentro. Una cara 'B' llena de tobillos hinchados y fatiga al respirar. Porque las caras 'B' hay que conocerlas y aceptarlas. Porque la vida es también dolor, también es sacrificio, a veces preocupación y miedo, otras cansancio y frustración. Todas esas facetas son reales y humanas, tan importantes como las más expuestas en los escaparates de la vida. Por esas caras 'B'. Por todas esas barriguitas que las soportan.