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Cuando vemos las orejas al lobo

CONTRA LAS CUERDAS ·

Mario Cerro

Santander

Martes, 31 de mayo 2022, 07:21

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Sin mano de obra. Los hosteleros buscan cocineros y camareros para la temporada de verano. Toda una experiencia laboral alejada de los rayos del ... sol, que solo aquel que lo haya vivido sabe de lo que va. Con tres mil personas dicen que se arreglan. Difícil tarea. También busca personal algún hospital comarcal, en concreto médicos especialistas, a ver si con un poco de suerte se reduce la lista de espera; léase, por ejemplo, las 1.600 personas que aguardan que un cardiólogo les atienda en consulta. Eso sí, nos dicen que tampoco hace falta darle «tanto bombo» a la situación de Laredo, que están trabajando en ello. ¡Mira que manifestarse en defensa del hospital! Cómo es la gente, consejero: apaga como puede un fuego y se le enciende otro de calado en Valdecilla con la suspensión de la actividad quirúrgica por las tardes tras el plante de los anestesistas. Pero, a lo que vamos. También se buscan médicos de familia, que no hay recambio porque a las nuevas generaciones no les seduce. Faltan camareros, cocineros, médicos de familia, médicos especialistas, camioneros, peones... ¿Y políticos? Esto es nuevo. Cómo será la cosa para que haya un partido, de color naranja en este caso, en el que también comienza a escasear el personal a un año de las elecciones. Eso sí que sorprende cuando siempre hay empujones para colarse en ellos. Al parecer, ha venido el lobo y los está ahuyentando. ¡Vaya por Dios, dichoso animal! Se pone las botas con los animales de los ganaderos, amarga la existencia del consejero del área, que está predicando en el desierto para que se les pueda cazar y en Madrid no le hacen caso, y ahora hace tambalear a un partido «en fase de descomposición». He aquí el listado de bajas 'ciudadanas' tras la abstención en Madrid en la votación sobre la prohibición de la caza del lobo: una diputada (ganadera), el secretario de organización, tres concejales... ¿Será que han visto las orejas al lobo antes que el resto? ¿Y dónde se refugiarán ahora? ¿Habrá más? Tranquilos, que falta mano de obra.

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