El dinosuario industrial de Mioño

El viento sur ha alejado las lluvias de la costa de Cantabria. Por unos días la España seca será ésta y el centro y sur de la Península Ibérica sufrirán precipitaciones importantes.

Las campas de Arciseri en Castro Urdiales miran al Golfo de Vizcaya desde una bella costa acantilada. Al este y resguardado por la bahía de Dicido en el pueblecito de Mioño se encuentra el cargadero de mineral declarado Bien de Interés Cultural.

Esta imponente obra de ingeniería, lamentablemente en estado de total abandono, fue utilizada para la carga y transporte de mineral de hierro en el siglo XX. Su construcción se remonta al año 1938 después de la destrucción en la guerra civil de uno anterior desarrollado por un ingeniero de la escuela de Eiffel. En el siglo XIX ya existía otro más primitivo que fue destruido tras un temporal.

Una estructura de hierro en voladizo apoyada en un gran pilar circular de piedra que lucha literalmente por su supervivencia contra viento y marea.

Esperemos que pronto las administraciones competentes tomen medidas reales para su protección y conservación. Mientras, el tiempo que lo borra todo sigue corriendo en contra.

Y seguimos porque la vida es un viaje

Para llegar hasta aquí

He dejado el coche en los alrededores de los Juzgados de Castro Urdiales en el barrio de Cotolino. Me alejo por una senda que discurre paralela al mar sobre unos acantilados que me llevan en quince minutos a la ensenada de Dícido ya en Mioño. Desde aquí he bajado a las instalaciones por un acceso acondicionado sin prohibición alguna. Es preferible no descender por aquí y seguir por el camino que nos lleva a la playa de Mioño para ver el cargadero desde la distancia. Hace años se prohibió el acceso a las instalaciones aunque hoy en día permanecen abiertas por dejadez. Mi consejo es no acceder a ellas pues no es del todo seguro.

Aquí tienen la ubicación de Google Maps.