Un encierro rápido y con dos toros abriendo manada cierra el telón en Ampuero

El encierro fue el más veloz, apenas tres minutos veinte segundos entre el estallido de las bombas tercera y cuarta. Con un largo de ida que se cubrió en apenas minuto y medio. Ya de regreso la manada mantuvo la configuración y se pudieron ver bonitas carreras de los mozos más experimentados.

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Uno de ellos, un joven ampuerense, recibió en el cambio de asfalto entre la calle El Comercio y el inicio del Puente Grande el roce de uno de los pitones cuando trataba de salir de su punto de mira, al toparse con un compañero. Por fortuna , el lance quedó en una anécdota que desató los abrazos de alivio de los corredores con el afortunado, quien ni siquiera requirió la atención del dispositivo de la DYA. Los médicos sí prestaron asistencia a otro corredor que sufrió un esguince durante la carrera y que fue trasladado a las dependencias de la plaza para tratar la lesión.

En cuanto a la afluencia de corredores , fue algo menor que la víspera, en la misma medida que los vallados también se ocuparon más tarde que el sábado. Señal de que la fiesta se alargó hasta las tantas. La inspección de seguridad despejó el recorrido minutos antes del inicio del festejo, con el alcalde Víctor Gutiérrez acompañado del Vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga.

Ampuero despide los encierros en los que estrenó el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Lo hace con cuatro carreras limpias y con la anécdota que aún hoy se comentaba a pie de recorrido de ese toro Soñador que remoloneó para cosechar un involuntario protagonismo.

Un año de estreno con las obras de El Comercio que pasaron con nota la prueba, con renovación de postes y tablones de cuya solidez ojalá nunca haya que escribir más allá de la apariencia de fortaleza que transmiten.