Cántabros y romanos celebran la victoria
Más de 1.500 figurantes desfilaron este domingo por la avenida principal de Los Corrales de Buelna exhibiendo el poderío de las Guerras Cántabras
Si algo de distinto tienen las Guerras Cántabras de Los Corrales de Buelna, frente a cualquier otra contienda bélica, es que allí los dos bandos ... celebran la victoria. Este domingo, municipio volvió a hacer historia y miles de personas jalearon a las tribus y legiones, cántabras y romanas, que son el verdadero poderío de la única Fiesta de Interés Turístico Internacional que tiene Cantabria.
Ponerse en el papel de un guerrero cántabro o una deidad romana no es tarea fácil, y menos si uno no es un actor profesional. Desde hace más de dos décadas eso es lo que hacen en Los Corrales de Buelna sus vecinos. Se meten en la piel de su personaje, lo ensayan, lo viven y celebran en comunidad. Todo ello lo concentran en dos semanas de bélica fiesta en la que se enfundan las togas, las pieles y las corazas de legionario para enseñar al resto del mundo la historia de un pueblo, el cántabro, que resistió a la invasión romana convirtiéndose en una auténtica pesadilla para las tropas de Cesar Augusto y el todopoderoso general Agripa.
Por la tarde, en Los Corrales no cabía un alma más, el desfile de las trece tribus cántabras y las doce legiones romanas, acompañadas por los personajes principales (Corocotta, César Augusto, General Agripa, Diosa Cantabria, Drusila...), recorrió de principio a fin la Avenida de Cantabria.
Cántabros y romanos firman la paz en Los CorralesVer 7 fotos
Pasadas las seis de la tarde, y con los termómetros pasando de 27 grados, el presentador anunciaba el comienzo del desfile y ya nadie se movía del sitio para no perderlo a ambos lados de céntrica avenida. Sonaron con fuerza los tambores guerreros y llegó primero el César Augusto montado en una cuadriga tirada por caballos. Hubo aplausos y saludos al palco de autoridades, seguido de mucha expectación por ver a las legiones hacer sus poses de guerra. Escudos y espadas en alto desfilaron a paso militar, luciendo sus estandartes y mejores galas. El público hacía muchas fotos y se divertía con los figurantes más pequeños. El tiempo había dado una tregua y no había asomo de la famosa DANA ya por ningún sitio. Los dioses habían hecho bien su trabajo esta vez.
Cántabros y romanos firman la paz en Los CorralesVer 7 fotos
Pero si aplaudidos fueron los ganadores de la figurada contienda militar, mucho más lo fueron los cántabros que llegaron con el sonido de las gaitas y con el caudillo Corocotta a la cabeza montando un bonito corcel. De hecho, parecían ellos los vencedores de la guerra ya que interactuaban mucho con el público blandiendo sus hachas y la gente se lo agradeció en forma de aplausos.
disfrutaron del cierre de la única Fiesta de Interés Turístico Internacional que tiene la región
Un desfile multitudinario (más de 1.500 figurantes según la organización) que pone punto y final por este año a esta fiesta de Interés Turístico Internacional que recrea la contienda asturcántabra de hace más de 2.000 años. En aquel contexto histórico, las tribus resistieron el ataque de los romanos cuando toda la península Ibérica estaba conquistada. Una resistencia que se puede comparar con el aguante de los festeros al poner buena cara al mal tiempo de esta edición que les acompañó, sobre todo, durante el primer fin de semana de celebración, cuando tuvieron que suspender varias de las representaciones previstas.
Pese a esa lluvia, el resultado final ha merecido la pena. Y es que para organizar la fiesta son muchas las tardes de ensayo de las escenas, la preparación de los trajes o la recreación de los escenarios para las representaciones (el anfiteatro, el templo de Jano, el poblado...). Todo eso queda ya aparcado hasta la próxima edición, pero no el espíritu de los vecinos de construir una fiesta con la que ha crecido ya una generación y media de corraliegos y que se ha marcado a fuego en el ADN del mediano municipio hoy de tradición industrial, pero con un pasado histórico de la invasión de Roma del que quedan testigos como la calzada romana o la estela de Barros, esta última símbolo de la localidad.
En esta edición de las Guerras Cántabras –al margen de las fallidas predicciones meteorológicas de esta segunda parte de la fiesta y que se quedó en pura anécdota– tuvieron también protagonismo las jornadas históricas y culturales, los talleres y los divertidos concursos internacionales de lanzamiento de uva o sandalia en los campamentos base, además del mercado de época instalado junto al Ayuntamiento y la ya popular degustación de viandas y pócimas que se pudo disfrutar a lo largo de este fin de semana.
El tiempo dio un respiro a la celebración, que el pasado fin de semana tuvo que suspender algunos actos por la lluvia
Otro de los momentos claves de la celebración fue la entrega del premio Tessera Hospitalis, un galardón que rinde homenaje a la amistad y que en esta edición recayó en los conocidos actores Loles León y Antonio Resines.
Paralelo a la fiesta, y a lo largo de todo el año, no cesa la actividad, ya que hay que repensar personajes, mejorar escenarios o buscar nuevas ideas para que no decaiga el galardón de ser fiesta de Interés Turístico Internacional. Así, este año se realizó una exposición de todos los carteles que han acompañado a la fiesta, y que se eligen mediante concurso, al igual que está vigente aún el certamen de fotografía de la fiesta que ya es todo un clásico.
Al desfile asistieron, entre otros, la presidenta del Gobierno cántabro, María José Sáenz de Buruaga, el líder regionalista Miguel Ángel Revilla y el secretario general del PSOE, Pablo Zuloaga, que esta vez no desfiló con las tropas romanas y se quedó sentado en el palco.
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