El imperio romano se hace fuerte en su campamento de Los Corrales de Buelna
Las Guerras Cántabras estrenaron una edición que piensa más en el visitante, con más zonas de aparcamiento, más gradas y zonas de hostelería abiertas
Los Corrales de Buelna ha abierto el túnel del tiempo para retroceder hasta los últimos años del siglo I antes de Cristo, al momento ... en el que Roma decidió acabar con el último reducto rebelde en Hispania. La recreación histórica de las Guerras Cántabras, primera Fiesta de Interés Turístico Internacional de la región, arrancó este viernes con la concentración de más de 1.500 personas ataviadas con todo detalle, todos preparados para rememorar durante los próximos diez días la conquista de Cantabria a manos del imperio tomano.
Todo ello en una edición que cuida más al visitante, con gradas habilitadas para que al menos 3.000 personas sigan los actos sentadas, grandes pantallas, lugares de esparcimiento común junto al campamento o una gran zona de aparcamiento para visitantes junto a la calle Galicia, en la entrada al pueblo por la A-67 en el enlace de Somahoz. Más de 400 plazas de aparcamiento reguladas a dos minutos del nuevo campamento y Circo Máximo, para llegar a Los Corrales sin prisas.
Precisamente el Circo Máximo es uno de los grandes escenarios renovados, un amplio recinto que vio a la Sacerdotisa Drusila y la Pitonisa Silenia encender el fuego sagrado y pronunciar los primeros augurios. Se dieron cita los personajes principales de la veintena de obras teatrales que recrearán la historia durante los próximos días y se repartió el Fuego del Hogar entre tribus y legiones.
De ahí, personajes, festeros y visitantes se trasladaron al campamento, 10.000 metros cuadrados que cuidan el detalle más que nunca, un acuartelamiento inaugurado cayendo ya la noche. Todos asistieron a la espectacular apertura de las puertas del Templo de Jano, estructura levantada a tamaño real en ese mismo campamento, puertas que no se cerrarán hasta el último día de la batalla que ayer comenzó.
En la jornada de este sábado destaca, desde las ocho de la tarde en el Circo Máximo, la llegada a Cantabria del emperador Octavio Augusto. Un emperador que verá como el líder cántabro, Corocotta, reclama la recompensa que se ha puesto a su cabeza.
Sobre las once de la noche, enfrentamiento bélico entre una unidad romana y un grupo cántabro defensor de su poblado; más espectacular, con más alicientes y más participantes que nunca.
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