Ludovico, el cántabro al que veneran en la capital de la Prehistoria francesa
El artista, que antes fue guía de las cuevas de Puente Viesgo y Hornos de la Peña, ha creado dos grandes murales en lugares emblemáticos del país vecino
Seguramente sería mucho decir que, tras Rafa Nadal, en Francia tienen veneración por otro español, cántabro para más señas, Ludovico Rodríguez Liaño y su forma ... de recrear el arte prehistórico, imitando las técnicas que se utilizaron en cuevas que hoy son centro de atracción turística. De hecho, una de las cavernas más visitada en el país vecino, la de Pech-Merle, recibe a las cerca de 80.000 personas que la visitan cada año con un gran mural de manos en negativo hecho por Rodríguez Liaño, tal y como las inmortalizaron sobre las paredes los hombres del Cromañón.
Tanto es su prestigio que el alcalde de Les Eyzies (ciudad que se considera la capital mundial de la prehistoria), Phillipe Lagarde, le invitó recientemente a participar en el 50 Congreso Nacional de Espeleología celebrado en esa población, y allí firmó un nuevo mural, esta vez para el Ayuntamiento francés y con el título 'Manos de amistad', las que unen, en un decano hermanamiento, a esa localidad con otra referencia del arte rupestre, Puente Viesgo. En ese congreso estuvo representada precisamente la localidad cántabra y la asociación de hermanamiento. Con Ludovico Rodríguez estuvieron el alcalde de la villa pasiega, Óscar Villegas, y la vicepresidenta de la asociación, Magdalena Riancho.
El artista cántabro dirigió un taller de pintura prehistórica sobre un panel de diez metros cuadrados, utilizando una técnica que se logra soplando una rama hueca impregnada en pintura sobre una mano, para dejar su negativo en el mural. Y que es un hombre respetado y querido a ambos lados de la frontera quedó subricado una vez más con la presencia de más de 800 personas interesadas en ese taller.
No cabía en el Ayuntamiento, así que se cortó un tramo de tres metros de largo que ya decora una de las paredes del vestíbulo de la Casa Consistorial de Les Eyzies. Como había panel para rato, los participantes en el congreso se llevaron su parte, encantados con un regalo del que todos presumieron antes de volver a sus casas.
Embajador de las cuevas cántabras, Ludovico agradeció ese interés, asegurando que «como sucedió en Pech Merle, ha sido un honor haber dejado una pequeña parte de mí en una de las cuevas más visitadas de Francia y ahora en el Ayuntamiento de nuestro pueblo hermano».
Miles de manos en negativo
Es muy posible que Ludovico Rodríguez Liaño sea una de las personas que más manos ha reproducido en este siglo, en la infinidad de talleres de ese tipo que ha dirigido en España y Francia. No hace mucho fue en Cáceres, con una gran repercusión y en pleno Congreso Internacional de Arte Rupestre. En los exteriores del Palacio de la Isla se colocó un mural de 15 por dos metros para que, primero los estudiantes de la ciudad extremeña y luego el público en general, estamparan su mano en negativo, y fueron más de 2.000.
Su amor por las cuevas lo ha trasladado, tras su jubilación como guía en las de Puente Viesgo y Hornos de la Peña, a una forma de arte que a nadie deja indiferente. No podía ser de otra forma para un hombre nacido en Hijas, a caballo entre los dos valles, y vecino de San Felices de Buelna.
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