«Yo nací en un ayuntamiento, llevo en la sangre la administración local»
José Ramón Echegoyen se despide como secretario en Cartes tras 40 años en el Besaya y con una vocación que heredó de su padre y transmitió a su hijo
Aunque nació en un pueblecito de Madrid, José Ramón Echegoyen Maeztu no puede negar su origen navarro. De la misma manera que asume su jubilación ... tras pasar toda la vida trabajando como secretario municipal en varios ayuntamientos de la cuenca del Besaya. Una labor que se ha extendido también al ámbito de lo personal -o de lo familiar- porque prácticamente nació en un ayuntamiento. José Ramón pertenece a la segunda generación de servidores públicos y deja en su último destino, en el Ayuntamiento de Cartes, a su hijo Íñigo, que continuará con el legado ocupando el cargo de interventor municipal.
El padre saliente está orgulloso. Además, durante los dos últimos años ha compartido responsabilidades con su pupilo en una etapa a la que ahora el padre pone punto final: «Trabajar con mi hijo ha sido un orgullo, con la alegría que da estar muy compenetrados prestando el mejor servicio posible». Con él se sentó una vez más -la última seguramente- en el pleno que celebró la corporación el Día de Santiago. Escoltando ambos a la alcaldesa, Lorena Cueto, y con una invitada especial: la esposa del secretario y madre del interventor, Yolanda.
José Ramón Echegoyen comenzó su trayectoria profesional hace 40 años en el que fuera su primer destino, el Ayuntamiento de Campoo de Enmedio. Ahí se fraguó lo que iba a ser un futuro marcado por el Río Besaya. Del municipio de Campoo pasó a Arenas de Iguña y después prestando servicios acumulados en Los Corrales de Buelna. Tras ellos, fue un año a Alfoz de Lloredo y otros 18 a Miengo. Para terminar su carrera profesional, los últimos dos años estuvo en el Ayuntamiento de Cartes. «Me conozco la comarca del Besaya desde el nacimiento hasta su desembocadura, y no solo geográficamente, sino también a las personas». Su amor por la que ha sido su profesión le lleva a pensar que «no ha habido ningún momento especial porque todos han sido maravillosos. No puedo destacar ninguno, todos han tenido algo diferente, así que, si tengo que elegir me quedo con todos, los que se pueden considerar buenos y no tan buenos, incluso los peores».
Es la segunda generación de servidores públicos y su hijo continúa por el mismo camino como interventor en Cartes
En cuanto a los ayuntamientos, todos han tenido su peculiaridad. Eso sí, sin dejar de lado que es una cuestión que nada tiene que ver con el tamaño del municipio. «El mayor en población fue Los Corrales de Buelna, donde estuve casi dos años muy a gusto. Era una acumulación, se acababa de jubilar el anterior secretario, necesitaban cubrir el puesto y estuve, francamente, muy bien». Al igual que en el resto de destinos. «¿Qué es más complicado, lidiar con un ayuntamiento pequeño o con uno de mayor tamaño? Bueno, cada uno tiene sus matices. Todos tienen sus peculiaridades y resultan tan similares como diferentes». La dificultad la sitúa más en los aspectos que marcan cada territorio, las competencias más necesarias, el enfoque en su urbanismo, su patrimonio, los bienes municipales, su situación. «Pero al final, más o menos, es prácticamente igual». Ahora toca descansar y reconoce que se está «mentalizando, adaptándome, buscando salidas para encontrar una vida tranquila, preparándome para todo lo que venga».
También es tiempo de mirar atrás, de recordar a su padre, del que resalta su dedicación. «No tenía muchas más opciones profesionales porque nací, por accidente, por así decirlo, en un ayuntamiento. Tal cual. Fue en un pueblecito madrileño donde mi padre ejercía como secretario. Así que llevo en la sangre una administración local, que se puede decir que conozco bastante bien».
Y desde luego es así. Lo ratifican todos los alcaldes para los que ha trabajado. La última, Lorena Cueto, que en el pleno de despedida felicitó al secretario por su jubilación. «Comienzas esta etapa con muchas ganas y los demás, con dolor de corazón», insinuando las dificultades que los ayuntamientos tienen para cubrir el puesto. La alcaldesa dijo que «ha sido un periodo muy gratificante en todos los aspectos», con «una forma de trabajar diferente, muy dinámica, pudiendo sacar cosas adelante, que es de lo que se trata». La mirada de José Ramón se va a Estella, el pueblo navarro del que se siente nativo, aunque su acta de nacimiento, en 1960, lo sitúe en el pueblecito madrileño donde trabajaba su padre.
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