La planta de lodos de Reocín, abandonada desde hace once años
Varios trabajadores vigilan la plataforma, que costó 25 millones de euros y sobre la que no existe un plan de recuperación
Aunque la planta de secado térmico de fangos de Reocín lleva once años cerrada y sin actividad alguna, un agente de seguridad vigila el recinto. ... De la misma manera que continúan en pie las señales viales sobre la carretera que lleva al complejo, ubicado en el barrio de Los Caseríos, en Reocín pueblo, a escasa distancia del Polígono Empresarial Besaya. No obstante, no existe proyecto alguno para recuperar la actividad. Al menos por el momento. Aunque no hay movimiento, lo cierto es que el interior de la instalación sí alberga contenido de alto valor.La inversión en su momento fue de 25 millones de euros. Lo que costó la infraestructura necesaria para ejecutar el tratamiento de los lodos de las depuradoras, que luego eran convertidos en abono granulado para 'regar' los campos.
El sistema se puso en funcionamiento en el año 2008 y su gestión corría a cargo del Gobierno de Cantabria. Así fue hasta 2014, cuando se decidió abandonar el proyecto porque resultaba deficitario. El entonces consejero de Medio Ambiente, Javier Fernández, aseguró que la empresa de gestión de residuos MARE se haría cargo del mantenimiento de la planta, de forma que permaneciese en buenas condiciones «por si decidía retomar la actividad de nuevo». Pero de momento, nada parece indicar que vaya a ser así, sobre todo después de más de una década en suspenso.
Aunque desde la Consejería de Medio Ambiente han declinado ampliar la información al respecto, sí ofreció una escueta respuesta la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia: «No hay un plan establecido para la misma», reconoció. «La situación actual en la que se encuentra la planta de secado de fangos de Reocín es inactiva», le aseguró también al portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Mario Iglesias, en una sesión plenaria. Además, Urrutia afirmó que se lleva a cabo una labor de vigilancia con el objeto de evitar intrusismo o vandalismo, así como una tarea de mantenimiento anual de los dos motores Wartsila de los que dispone la instalación. Por su parte, el alcalde de Reocín, Pablo Diestro (PRC), que asegura tampoco dispone de más información, sí afirma que prefiere «que la instalación continúe cerrada para que no cause molestias entre los vecinos».
Malos olores
Y es que las quejas de los vecinos de la zona fueron en su día un problema que recuerda bien el presidente de la Junta Vecinal de Reocín, Andrés Iglesias. «Protestaban por los malos olores y llegaron a parar los camiones que subían al polígono», explica. Como consecuencia, se realizó una actuación que logró mitigar el olor, aunque no llegó a desaparecer del todo. En la misma línea que el alcalde del municipio, Iglesias también aboga porque no se vuelva a abrir. Al pedáneo no le ha llegado información, ni oficial ni extraoficial sobre el futuro de la instalación. Eso sí, sabe que de vez en cuando «se realizan labores de encendido de motores, para que no se estropeen».
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