San Felices abre a los vecinos todo el centro social de Tarriba
Se ha actualizado un reglamento que databa de 2011 para dar una mayor capacidad a un edificio «hasta ahora infrautilizado»
Los vecinos de San Felices de Buelna tendrán a su disposición las dos plantas del centro social de Tarriba, una vez aprobada en sesión plenaria la decisión unánime de abrir a usos particulares los dos pisos de ese edificio. Bien es cierto que la primera planta seguirá albergando actos culturales, como el que ha protagonizado Pilar García, El Gato Azul, en los últimos días, con su exitosa exposición de ilustraciones.
El primer paso ha sido aprobar en pleno la modificación del reglamento regulador del edificio de usos sociales de Tarriba. El alcalde, José Antonio Cobo González, explicó que «lo que pretendíamos era actualizar un reglamento que databa del año 2011», revisando dos aspectos fundamentales: la modificación del horario de cierre y dar una mayor capacidad a un edificio «ahora infrautilizado».
El alcalde regionalista incidió en que «hemos advertido en los últimos meses una infrautilización del edificio», especialmente la primera planta, «destinada única y exclusivamente, hasta ahora, a exposiciones de todo tipo». «Entendemos que se puede compatibilizar el uso cultural con el uso vecinal, como se está haciendo con la planta baja, por lo que habilitaremos esa primera planta para la cesión de uso a los vecinos, además del uso cultural que se le venía dando para exposiciones».
Cobo habló de otro cambio, para recordar además que hasta ahora el horario de apertura y cierre se alargaba de diez de la mañana a doce de la noche, «pero teniendo en cuenta la proximidad de la residencia para mayores y un hotel, entendemos que es más prudente y razonable limitar el horario de cierre, adelantándole una hora, fijándole en las once de la noche».
El portavoz de Vecinos por San Felices, Federico Crespo, manifestó su total acuerdo con una modificación que se afrontará de forma inmediata.
También se debatió y aprobó por los dos grupos presentes en la Corporación el acuerdo regulador de precios públicos por utilización de los locales de ese mismo edificio de usos sociales de Tarriba. Desde hace catorce años se viene cobrando 20 euros por el uso de la planta baja, «cuando un estudio nos dice que solo los gastos de conservación están en torno a 21 euros, gastos que consideramos van a ser superiores al añadir la primera planta de arriba, suyo suelo es de madera». La propuesta del gobierno regionalista se ciñó a elevar la cantidad de la tasa de los 20 euros actuales a los 30 euros previstos.