«Seguiré optando a licitaciones para contribuir a la mejora de Santillana», dice la hermana de Izquierdo

«No hay nada que yo tenga que esconder. Hice un trabajo que me encargó una empresa. Tengo mi conciencia tranquila y mi hermana también», aclara.

Stela asegura que fue hace un año, aproximadamente, cuando, tras salir la convocatoria de mejora de las instalaciones deportivas, el Ayuntamiento le preguntó por el proyecto, pero ella les dijo que no lo podía presentar porque no tiene una empresa de ingeniería. «Era un proyecto que combinaba tanto la parte turística como la parte de ingeniería. Y mi empresa es una agencia de viajes». Es entonces, según dice, cuando el alcalde habla con el responsable a la empresa Ingenia, «al que ni mi hermana ni yo conocíamos», le dice «qué es lo que tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer». Cuando el responsable de Ingenia se pone a presentar el proyecto, de más de 800 paginas, «me llama y me dice que no llegaba a tiempo para presentarlo porque tiene un componente turístico muy alto».

Es entonces cuando, según señala la hermana de la futura alcaldesa, el gerente de la empresa le pregunta si podría ayudarle. «Le dije que sí pero con un coste. Miramos las bases y trabajamos en equipo. Él facturó la mayoría del servicio porque era lo que tenía que facturar y yo le facturé la parte correspondiente a las horas que trabajé en ese proyecto, que requería un plan de comercialización turística, que preveía la celebración de torneos europeos y internacionales... La convocatoria estaba ganada desde el punto de vista técnico».

Sin embargo, cuando se reclamó una subsanación de errores por la falta de un certificado de eficiencia energética, todo se fue al traste, según señala Stela, y se perdió la posibilidad de optar a una subvención de 780.000 euros.

Al igual que su hermana, Stela no ve problema en prestar servicios al Ayuntamiento de Santillana. «Llevo trabajando para el Ayuntamiento desde 2006. Para mí no es nuevo, es algo habitual. Yo no tenía ninguna intención de trabajar en este proyecto. Me encuentro con que la empresa requiere un apoyo. No soy una ONG. Si puedo prestar servicios en el Ayuntamiento en algún momento lo haré porque es legal. Yo no dejaré de trabajar por Santillana. Yo soy una trabajadora, y si puedo trabajar por mi pueblo lo voy a hacer. Pero es penoso trabajar en estas condiciones».

La hermana de la futura alcaldesa asegura que no vive de Santillana ni lo pretende. «Vivo del trabajo que hago y si se me quiere contratar lo harán. Serán los servicios jurídicos los que decidan, no yo. Pero soy una servidora. Nadie me va a quitar la posibilidad de seguir trabajando por Santillana de una forma u otra».