Vecinos de Polanco, alarmados por el polvo amarillento aparecido en las calles

José María Araujo, que regenta un bazar en el centro de Polanco, se alarmó en la mañana del martes cuando, al disponerse a abrir su comercio, se encontró con que su establecimiento estaba rodeado de este polvillo y, aunque al principio lo achacó a que tiene cerca un local con material de construcción «y podría tratarse de cualquier residuo que se les hubiera ido cayendo», pronto se dio cuenta de que estaba «por todo el pueblo».

Esa era ayer precisamente la frase más repetida por el corrillo de vecinos que se formó en torno al bazar de José Manuel. «Y no veas la cantidad que hay en la zona del polideportivo, y también donde el colegio, y en los alrededores del Ayuntamiento...», comentaba una mujer, que añadía que «ahora hay mucho menos que días atrás». El dueño del bazar cuenta que además de en el suelo, la sustancia amarillenta se puede observar en otro tipo de superficies como en las repisas de las ventanas y en los buzones y que «todo el mundo piensa que es azufre».

La voz de alarma en el Ayuntamiento, según explicó la alcaldesa, Rosa Díaz, la dio el lunes otra vecina, que denunció la existencia de alguna sustancia en el ambiente, tras lo que se comprobó que efectivamente el suelo presentaba restos de ese color amarillo en diversos puntos. Desde el Ayuntamiento, lo primero que se hizo fue preguntar en las fábricas de alrededor (Asturiana de Zinc, Solvay y Julio Cabrero) por si pudieran tener algo que ver con el asunto. Ante la negativa por parte de los responsables de todas ellas, se adoptó la decisión de poner el problema en conocimiento de la Dirección General de Medio Ambiente.

Según los vecinos, es la primera vez que tiene lugar un episodio de esta magnitud pero no están dispuestos a mirar para otro lado, por lo que exigirán que se tomen las medidas oportunas «para que esto no parezca un vertedero». «A mí no me apetece que me fumiguen», finaliza José Manuel.