Sumar el nombre de Camargo al del Seve costaría 100.000 euros al municipio
El Ministerio ha facilitado al Consistorio un precio estimado de la hipotética actuación, centrada en trabajos de señalización y rotulación de la terminal
Cambiar el nombre del aeropuerto Seve Ballesteros-Santander cuesta aproximadamente 100.000 euros. Ese es el presupuesto estimado que tendrá que afrontar el Ayuntamiento de Camargo ... si quiere seguir adelante con la reivindicación de incluir su topónimo en la cola de apellidos de la terminal. Como única parte solicitante, la administración municipal es también la única que se haría cargo de todos los gastos contemplados en el hipotético bautizo, una lista de trabajos y actuaciones centrada fundamentalmente en la rotulación y señalización de la terminal tanto dentro como fuera de sus instalaciones.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ya ha informado a la coalición de gobierno (PSOE-PRC) sobre esta parte de la ecuación, que tampoco es la única. Para que el plan despegue, es indispensable que el Ayuntamiento de Santander y el Gobierno de Cantabria den el visto bueno a la idea y la apoyen. De lo contrario, adiós al presupuesto, a las conversaciones y a cualquier aspiración de aludir al aeródromo bajo algo parecido a 'Santander-Camargo-Seve Ballesteros'. Nada. Sin el consenso de las partes involucradas, el plan se queda en tierra.
Entre tanto, el Consistorio camargués opta por centrar la mirada en Madrid, escuchar presupuestos y dar alas a su «reivindicación histórica», como la definen en Muriedas. Y precisamente porque no lo consideran una ocurrencia, los socialistas y regionalistas quieren ir paso a paso y estudiar todos los escenarios que ofrece la Dirección General de Aviación Civil, el organismo dependiente del Ministerio encargado de regular el sector aéreo en España.
Camargo necesitará el aval del Gobierno de Cantabria y de Santander para insertar su topónimo en el nombre del aeropuerto
El departamento de Raquel Sánchez no va a oponerse a nada de lo que digan en Camargo. El consenso o la ausencia de éste llegara a su debido tiempo cuando al Ayuntamiento no le quede más remedio que coger el teléfono y marcar los números de Peña Herbosa y Santander, prudentes aún con su posicionamiento al respecto de esta demanda. «El objetivo es alcanzar el máximo consenso posible», conciliaba el mes pasado la alcaldesa, Esther Bolado, optimista y convencida de la justicia de una reivindicación que, anécdotas al margen, afecta a la atención turística, la cartelería y a cada renglón luminoso dedicado a Cantabria en todas las terminales del mundo. El aeropuerto, como la comunidad autónoma, facturan algo más que un letrero con esta decisión.
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