

Secciones
Servicios
Destacamos
«Esto se veía venir». Es la frase que más repetían este sábado los vecinos de la calle Genoz de Cacicedo de Camargo sobre las 13.00 horas mientras los bomberos sofocaban el fuego que acabó con la vida de un hombre de 57 años. Un incendio que se había producido por causas desconocidas una hora antes y que suponía el último capítulo a semanas de llamadas al 112 por parte de los residentes de esta zona de viviendas adosadas ante los problemas de convivencia que se generaban en la casa siniestrada. De hecho, no se sabe con exactitud cuántos habitantes residían en el inmueble, pero otras tres personas que se encontraban en su interior tuvieron que ser trasladadas al Hospital de Valdecilla por inhalación de humo, entre ellas el sobrino de la víctima, de 41 años, y dos chicas (una de ellas menor, de 17 años) cuyo vínculo con el hombre se desconoce.
No sorprendió a una de las vecinas cuando a las 12.05 horas tuvo que alertar a emergencias de que en uno de los adosados se había producido un incendio. La mujer (y con ella el resto de residentes de la zona) lleva conviviendo con altercados, trifulcas y problemas en el barrio desde hace varias semanas, en concreto desde Navidad, por problemas en el domicilio en cuestión. «Llevamos días dando avisos y parece que no se actúa hasta que no ocurre algo grave como ha terminado pasando», lamentaban los vecinos. Sin ir más lejos, recuerdan que «el pasado fin de semana fue una auténtica romería de guardias civiles y policías» que terminó incluso con un colchón quemado.
1 /
No se sabe qué ocurrió para que este sábado se desatase un segundo incendio en la planta inferior del chalé, que esta vez resultó más aparatoso y terminó con la vida del más mayor de los habitantes, un hombre de 57 años que, según apuntan los vecinos, desde hace un tiempo había sufrido «bastante deterioro físico y mental» y no pudo escapar. El resto de los residentes, en cambio, tuvieron más suerte y salvaron la vida. Incluso, relatan los testigos, el sobrino de la víctima «entró y salió en varias ocasiones de la casa para intentar salvar a su tío», hasta que, finalmente, al verse envuelto por el humo, tuvo que ser rescatado por los bomberos por una de las ventanas. Además, en el momento del siniestro había en el domicilio otras cuatro chicas jóvenes. Dos de ellas (una menor) fueron trasladadas, por precaución y sin grandes lesiones, al hospital junto al sobrino de la víctima, mientras que otra se negó a ser llevada en ambulancia y permaneció con otra compañera en la calle, ambas en pijama, junto a un perro de presa y un cachorro.
Los vecinos explican que el hombre fallecido atravesaba una mala racha desde hace aproximadamente cinco años, cuando se separó de su mujer, con la que tenía dos hijas. Tras el divorcio, dejó de pagar el alquiler al propietario del chalé, en el que vivía desde hacía al menos una década. Según apuntan, de un tiempo a esta parte, esta mala situación personal se había agravado. De hecho, el deterioro del domicilio es evidente desde el exterior (ladrillos agrietados, musgo, plantas descuidadas y desorden).
Las pasadas navidades fue cuando un sobrino de la víctima se trasladó a vivir con él y «ahí empezó el calvario», relatan los vecinos, porque «empezó a traer a gente». Música a altas horas de la madrugada, trifulcas, peleas e incluso «individuos tumbados en la calle». «Ahí ya no sabías cuántos entraban y cuándo salían», explican. De hecho, fuentes municipales confirman que, ante los avisos de estas semanas, asuntos sociales estaba buscando soluciones, pero «era complicado». Con todo, uno de los vecinos lamenta que «pese a todos los problemas que tuvo, era un buen hombre y no merecía terminar así».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
San Pedro, un barrio de Mucientes que recuerda a Hobbiton
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.