El Ayuntamiento tala varios chopos a petición vecinal por «el peligro» de caída

El Ayuntamiento de Campoo de Enmedio ha informado de la tala de varios ejemplares de chopos a la vera del río Ebro y alrededores, con los permisos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Desde el Consistorio campurriano se explica que la eliminación de dichos ejemplares surge a raíz de la petición de vecinos de las urbanizaciones cercanas, dado el peligro de desplome que había sobre las viviendas en esta zona de paseo del parque fluvial y botánico de Nestares.

Según explicó el alcalde, Pedro Manuel Martínez (PP), la alarma surgió a finales del pasado año tras las fuertes rachas de viento que se produjeron en octubre y noviembre, causando un destrozo en los chopos cercanos a la urbanización Las Acacias. «Son chopos papeleros con una envergadura de entre 40 y 45 metros y un ciclo de vida de unos 35 años», explicó el regidor, incidiendo en que algunos de estos ejemplares cayeron sobre propiedades particulares, llegando a tener que intervenir el 112.

A raíz de estos sucesos, los vecinos de la urbanización Las Acacias, que fueron los afectados, presentaron un escrito conjunto en el que solicitaron «la corta y poda de los más peligrosos, los que cayeron y los que potencialmente podrían caer sobre las viviendas ello, el Ayuntamiento se puso en contacto con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que les concedió permiso. Es por ello que, a finales de 2024, se procedió a realizar los trabajos de apeo de estos ejemplares de cara a «evitar un peligro importante sobre las personas y viviendas», recalcó de nuevo el regidor.

Al mismo tiempo, el Ayuntamiento ha iniciado un plan de reforestación en la zona con la plantación de más de un centenar de especies autóctonas «a las que se controlará su crecimiento para evitar los daños producidos anteriormente por los chopos», subrayó Martínez.

Las explicaciones municipales sobre la tala preventiva realizada en esta zona surgen a raíz de las críticas ciudadanas por la imagen que presenta ahora el citado parque botánico de Nestares, a orillas del río Ebro.

En un escrito dirigido a El Diario Montañés, dos usuarias del paseo cuestionan la manera en la que se ha talado «salvajemente» una serie de ejemplares, «dejando los tocones de casi un metro de diámetro cada uno» y que ofrecen una «visión apocalíptica de un camino antes muy agradable y muy transitado por la población y visitantes», opinaron.

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