«¡Así, no!»: El grito de la Cantabria rural contra los polígonos eólicos
Cerca de 600 personas reivindican en Reinosa que «entre todos analicemos las necesidades energéticas reales de la región y busquemos la forma más justa de satisfacerlas de manera sostenible»
La Plaza de España de Reinosa se ha convertido hoy en el epicentro de la protesta de la Cantabria rural contra los proyectos de polígonos ... eólicos. Cerca de 600 personas, procedentes de los distintos valles y comarcas de la región y de provincias cercanas como Burgos o Palencia han participado en la manifestación convocada por numerosos colectivos y varias agrupaciones vecinales.
El acto, que comenzó al mediodía y estuvo amenizado también por el sonido de los campanos, ha consistido en la lectura de un manifiesto y en la toma de varias fotografías de familia. Allí, junto al Ayuntamiento de Reinosa, los convocantes, muy críticos con la clase política en general, han insistido en que «sin ordenación del territorio, sin una evaluación ambiental de conjunto, sin transparencia y participación estratégica de la población, sin respetar el paisaje (seña de identidad de identidad de la región), la respuesta sólo poder ser no». «¡Así, no!» han gritado una y otra vez. Los convocantes han hecho hincapié en que la situación actual «solo beneficia a unas pocas empresas a costa de la mayoría» y, por eso, se han lamentado, «estuvieron años tramitando todo lo posible a espaldas de los vecinos y ahora nos abruman sacando más de 40 proyectos a información pública, dificultando las posibles alegaciones de vecinos y colectivos».
«Queremos analizar las necesidades energéticas reales de nuestra comunidad y desarrollar la forma más justa de satisfacerlas de forma sostenible. Queremos pueblos para vivir, eólicos no», han vuelto a insistir.
«Nos jugamos mucho, nuestra calidad de vida, la biodiversidad, los ecosistemas, los yacimientos arqueológicos, el paisaje, nuestro patrimonio social, natural y cultural, nuestro presente y nuestro futuro. Por todo ello, tenemos que seguir informando y manifestando nuestro rechazo al tiempo que debemos trabajar para que ayuntamientos, juntas vecinales y concejos se posicionen a favor de los vecinos. Es necesario un clamor del mundo rural y que nos organicemos para dejar claro que no queremos vivir del aire y que nuestros montes no se venden».
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