Una multitud de gentes campurrianas, mayores y no tan mayores, han disfrutado en la mañana de ayer del evento de clausura del taller «Sabores y Saberes», una actividad de recuperación, elaboración y degustación de recetas que han dejado huella y arraigo en el territorio desarrollado por el Programa Viernes y apoyado por la Asociación de Desarrollo Territorial de Campoo-Los Valles, además de la Consejería de Inclusión Social.
La convivencia cultural, donde alrededor de 150 personas, todas ellas participantes durante el año en las diferentes ediciones del taller, dio comienzo con una bienvenida a las 10:30 horas por parte de la consejera, Begoña Gómez del Río, en el polideportivo de Mataporquera, donde además estuvieron presentes el director general de Dependencia y Soledad No Deseada, Eduardo Rubalcaba, y el alcalde de Valdeolea y y presidente de la ADT, Fernado Franco.
Tras la recepción, se llenaron tres autobuses con los participantes de la ruta cultural, para visitar el Museo del Ferrocarril, la Iglesia de Santa María La Real de Las Henestrosas, y el yacimiento Camesa-Rebolledo, mientras el cocinero Fédor Quijada, colaborador del taller para la recuperación de recetas, preparaba el plato típico del municipio, la olla ferroviaria, para que el paseo por los puntos de interés más altos de Valdeolea finalizara con una comida popular en el propio polideportivo.
La coordinadora del Programa Viernes, María Loro, agradeció a todos los colaboradores del taller frente a la mirada del director general Eduardo Rubalcaba, la consejera Begoña Gómez del Río y el alcalde Fernando Franco.
Alrededor de 150 personas participaron en la ruta cultural, todas ellas participantes en alguna de las 39 ediciones del taller «Sabores y Saberes».
Los participantes disfrutaron de una visita guiada por el Museo del Ferrocarril de Mataporquera.
Durante la visita pudieron avistar tanto reliquias fotográficas como de antiguas herramientas y maquetas.
Otro de los puntos culturales visitados fue la Iglesia de Santa María La Real de Las Henestrosas, declarada Bien de Interés Cultural en el año 1982.
Durante la visita guiada los visitantes pudieron aprender que en dicha pila bautismal, se introducía a los bautizados a cuerpo entero hasta el siglo XII.
La ruta mostró la riqueza cultural de Valdeolea, incluyendo el Arqueositio Cántabro-Romano de Camesa-Rebolledo, datado del siglo I.
El recorrido finalizó, pero la cultura gastronómica de Valdeolea tuvo su protagonismo con una comida popular donde la olla ferroviaria fue el plato a degustar.
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