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Cientos de personas aplaudieron al coche fúnebre que portava los restos del sacerdote. DM

El último adiós al párroco de Reinosa

Vecinos, autoridades y hasta 65 sacerdotes han despedido esta tarde al religioso Eduardo Guardiola, en un multitudinario funeral celebrado en la iglesia de San Sebastián y oficiado por el obispo Manuel Sánchez Monge

Elena Tresgallo

Reinosa

Miércoles, 8 de junio 2022

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Cientos de personas, entre ellas 65 sacerdotes, despidieron esta tarde con mucha emoción y aplausos al párroco de Reinosa, Eduardo Guardiola. El religioso fue hallado sin vida y junto a su coche este lunes en las inmediaciones del río Ebro en la localidad de Bustasur (Las Rozas de Valdearrollo). Al parecer, Guardiola, de 80 años, había acudido a pescar el domingo «después de las comuniones» y, al no regresar, sus amigos dieron la alarma comenzando la búsqueda que acabó en el peor de los desenlaces.

El obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, fue el encargado de oficiar esta tarde el funeral de cuerpo presente en una abarrotada iglesia de San Sebastián de Reinosa, el templo que el religioso tanto amó y con el que estaba especialmente involucrado, ya que trabajaba activamente -junto a la Dirección General de Patrimonio- en una restauración del mismo.

La misa oficiada por el obispo y recibimiento en la plaza. DM
Imagen principal - La misa oficiada por el obispo y recibimiento en la plaza.
Imagen secundaria 1 - La misa oficiada por el obispo y recibimiento en la plaza.
Imagen secundaria 2 - La misa oficiada por el obispo y recibimiento en la plaza.

Su «mejor final»

La repentina muerte del religioso ha conmocionado estos días a parte de la sociedad campurriana que lo conoció de cerca. Este miércoles todos destacaban trayectoria humana y la labor social y pastoral ejercida por Guardiola durante más de medio siglo vinculado a la comarca campurriana y en especial a Reinosa. El religioso destacó por la implicación en el proyecto de voluntariado de Cáritas, pero también dedicó parte de su tiempo a la docencia en el instituto local o fue maestro de seminaristas. Una persona «muy vital» a la que «le encantaba pescar» e igual ese fue «su mejor final», junto al río que tanto amaba, «era lo que siempre decía», explicaban algunas de las personas cercanas a él a El Diario Montañés.

Que se le quería en Reinosa quedó patente este miércoles por la multitudinaria presencia de religiosos y vecinos al funeral e inhumación posterior en el camposanto local. Aunque no han trascendido los motivos del fallecimiento, todo apunta a que la muerte se produjo por causas naturales.

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