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Reivindicación de derribo junto a la Casa de la Naturaleza en el año 1987. : Candina
La Casa de la Naturaleza, ¿en peligro?

La Casa de la Naturaleza, ¿en peligro?

En 1987, el grupo Candina reivindicó sin éxito el derribo del edificio con dos activistas colgados de la fachada

ÓSCAR PRADA CAMPAÑA

Sábado, 6 de octubre 2018, 08:45

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Las olas superaban una tras otra el muro de la playa reventando la balaustrada y los bancos de hormigón con desbordante naturalidad. El chalet de Sanz quedó inundado y el hotel Miramar fue una isla hasta que bajó la marea dejando tras de sí un palmo de arena sobre el asfalto. En aquel temporal no tan lejano, la mar presentó sus escrituras: «Todo el espacio que habéis rellenado tras estos muros que encajonan el arenal y el río Brazomar desde Chinchapapa me los usurpasteis a comienzos del siglo XX, pero me pertenecen». Luciano Prada Iturbe y Pepín López Villanueva describieron en numerosos artículos de la Ilustración de Castro la transformación sufrida por este «Brazo de Mar» a lo largo de los últimos 100 años. Por ellos somos conscientes que el robo de terrenos no solo lo ha sufrido el océano.

La familia Sanz fue concesionaria de los terrenos arrebatados primero al mar y después al común. Aquí se especuló y se edificó, de forma ilegal, durante el apogeo del Milagro Español. Hormigonado fraude que tanto nos está costando pagar después de privatizarse beneficios y socializarse pérdidas. El contrato de la concesión inicial no se cumplió. En el jardín del chalet de Sanz se levantó un edificio que tuvo una sentencia judicial con orden de derribo, la cual se desvaneció tras un tupido velo, tal vez el mismo que ha ocultado secularmente la financiación de algunos partidos políticos. En 1987 el Grupo Candina reivindicó sin éxito el derribo de dicho edificio colgándonos en la fachada dos de sus activistas con un megáfono y una pancarta que hacía «mayúscula alusión» al nombre coloquial del alcalde entonces «LO tienen que derribar ¿quién LO impide?». Posteriormente, la misma Corporación intentó vender el chalet, afortunadamente, sin éxito. Luego, una serie de carambolas urbanísticas entre la Dirección General de Costas y una nueva Corporación municipal fueron aprovechadas por las asociaciones ecologistas para reivindicar el palacete como espacio de uso público. Así, de abajo arriba, y con apoyo unánime del Ayuntamiento nació La Casa de la Naturaleza en 1995. En este espacio los colectivos Grupo Espeleológico La Lastrilla -GELL-, Grupo Regional de Actividades Espeleológicas -Graes- , Grupo de Montaña de Castro y SEO-Castro Grupo Local de SEO/BirdLife -heredero de Candina- tenemos nuestras sedes. La mayoría llevamos allí 23 años realizando actividades. Al comienzo, también estuvieron el Club de Actividades Subacuáticas de Castro -Casca-, el GRUNAC -ya desaparecido- y después la Escuela Municipal de Medio Ambiente. El uso público del espacio ha sido disfrutado directa o indirectamente por miles de personas durante este tiempo contribuyendo a la gobernanza. Más tarde, la concejalía y los servicios técnicos municipales de Medio Ambiente también se instalaron en este palacete propiedad de Costas.

En la actualidad, Costas ha requerido al Ayuntamiento normalizar la precaria situación legal en la que se encuentra el edificio situado en dominio público marítimo-terrestre, según el deslinde aprobado por Orden Ministerial de 2/07/2002. Sorprendentemente, a día de hoy, todavía no se ha formalizado el obligado contrato de concesión desde el Ayuntamiento, corriéndose el riesgo de llevar al traste tan dilatada trayectoria de uso público. Las cosas de palacio van despacio, pero las del común, a veces, ni eso. Van para atrás. El lamentable abandono del Hotel Miramar es un ejemplo elocuente de ello en la misma área de dominio público. Alertados, los colectivos no hemos esperado a ser consultados por el Ayuntamiento para volver a tomar la iniciativa. La participación ciudadana está en el origen y es la esencia de la Casa de la Naturaleza, como también lo es de la custodia del territorio y la gobernanza ambiental.

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