La lluvia desluce el homenaje en Castro a los caídos durante la Francesada

El pasacalles comenzó minutos antes de las 12.30 horas desde la antigua puerta de San Francisco, en el actual cruce entre las calles San Francisco y Santander. A la cabeza de la comitiva, gaiteros y tambores llenaron Castro Urdiales con su música, marcando el paso de las tropas ataviadas con uniformes de época. El recorrido atravesó algunos de los principales escenarios del asedio, acompañado de melodías y disparos que evocaron aquellos convulsos días de 1813.

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Al llegar a la calle La Rúa, el cielo se oscureció repentinamente y la lluvia, que había amenazado durante toda la mañana, finalmente hizo acto de presencia, lo que obligó a interrumpir el acto.

Este domingo se cumplen 212 años de aquellos trágicos sucesos. En este contexto, los vecinos se congregarán en torno a la Cruz de San Juan para realizar una ofrenda floral. Después, en la explanada de la Iglesia de Santa María, se hará una salva de cañón de época como homenaje.

Los nombres de los más de 300 fallecidos figuran en el monumento conmemorativo ubicado en el parque Amestoy. Estas personas perdieron la vida durante el asalto y sitio de la ciudad por parte de las tropas francesas en su retirada, un episodio considerado por los historiadores como uno de los más devastadores de la Guerra de la Independencia. Más de la mitad de la población de Castro Urdiales pereció intentando defender sus hogares frente al saqueo, la destrucción y la violencia.