Una tormenta impide el Desembarco en Laredo
La organización suspendió los actos cuando la comitiva entraba en el palenque y Carlos V ni siquiera pisó la playa Salvé
El mal tiempo impidió este viernes la recreación del desembarco de Carlos V en Laredo. Cuando la comitiva del desfile ataviada de época entraba ya ... en el recinto del palenque instalado en la playa Salvé para recibirle, una tormenta irrumpió de repente echó todo al traste. La organización avisó por megafonía para que los figurantes y los miles de espectadores presentes abandonaran el lugar ante el fuerte aguacero que se avecinaba.
El momento de la llegada del emperador a la playa pejina comenzó con una gran expectación. Las orillas de la carretera y las gradas del palenque estaban repletas de público. Miles de personas esperaban ver de cerca al monarca y a su séquito real y, para ello, habían acudido con tiempo para no perderse ni un detalle de la recreación. No obstante, antes de que el cortejo imperial hiciera su entrada, los truenos comenzaron a retumbar en el cielo, presagiando lo que estaba por venir. En el momento justo en el que la cola de la comitiva llegaba al arenal la lluvia se desató con fuerza.
«Esto no es lluvia, es chirimiri», coreaban algunos tratando de quitarle hierro al asunto, pero pronto se hizo evidente que el aguacero no daría tregua. La recreación tuvo que cancelarse de forma precipitada para garantizar la seguridad de todos. Finalmente, tanto participantes como público abandonaron el lugar bajo un chaparrón.
El sentimiento general anoche era de pena e impotencia. Después de mucho trabajo y ensayos, de preparar vestuarios, decorados y cada detalle para dar vida a un acontecimiento histórico, todo quedó frustrado por una climatología que, como muchos recordaban, ya había obligado a acortar o suspender la representación en algunas ediciones anteriores. «Parece el desembarco maldito», comentaban algunos con resignación, al ver cómo el esfuerzo de asociaciones, colectivos y voluntarios se quedaba, una vez más, sin poder lucirse al completo.
Lo que sí pudo desarrollarse con normalidad fue el pasacalles en dirección al palenque, ubicado en el arenal, lugar simbólico donde el monarca vuelve a tomar tierra cada septiembre, o al menos lo intenta. De manera previa, clero, nobles y la Orden de Calatrava, entre otros personajes, desfilaron por las calles pejinas acompañados de música medieval. Como cada año, uno de los aspectos más llamativos es la calidad de los trajes de época confeccionados con todo lujo de detalle. En el desfile no solo participan veteranos, sino también niños que, con la misma ilusión, se enfundan ropajes históricos para seguir la tradición, lo que confirma que hay relevo generacional. A la cita tampoco faltaron autoridades locales, encabezadas por el alcalde Miguel González, y regionales, entre ellas la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga; el consejero de Turismo, Luis Martínez Abad; así como diputados como Alejandro Liz, natural de Laredo, y otros representantes públicos como el expresidente Miguel Ángel Revilla. También estuvieron presentes alcaldes de municipios cercanos.
Al término de esta edición se desconocía aún si se podrá representar este sábado el desembarco del monarca como se ha hecho en otras fallidas ocasiones, pero está previsto en el programa oficial de la fiesta que las hermanas del Sire arriben a la playa pejina.
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