Las hermanas de Carlos V llegan a Laredo

La historia dice que Carlos V se alojó en la casa-torre propiedad del Condestable de Castilla, situada en la Rúa Carnicerías Viejas (hoy San Marcial). Casa-torre donde también se habían alojado en 1496, su abuela, la Reina Isabel de Castilla y sus hijos, tíos del Emperador: el Príncipe de Asturias, Don Juan, las Infantas Isabel, Catalina y María que acompañaban a su hermana, la Infanta Juana, su madre, cuando era una joven de 17 años que se embarcaba en Laredo rumbo a Flandes para casarse con Felipe de Austria, 'El Hermoso'. Y, por segunda vez, Doña Juana se alojaría en esta casa-torre en 1504, proclamada ya Princesa de Asturias y heredera del Reino de Castilla. En 1501, la Infanta Catalina se hospedó en la citada casa-torre, cuando iba rumbo a Inglaterra para unirse en matrimonio con el Príncipe de Gales, Arturo.

Miguel Ángel Marsella, que este año ha vuelto a interpretar al Sire tras tres años de descanso y trece ediciones siendo el protagonista principal de la escenificación, asegura que lo que más le gusta de interpretar el papel del Emperador «son los paseos por la villa». «El Desembarco es el tramo difícil, porque es la entrada, romper el hielo, y eso hay que cuidarlo mucho. Pero luego lo más vistoso es el paseo del Emperador, que se para a hablar con el público y eso lo agradecen mucho. Hay que implicarse un poco con la gente, hacerles partícipes de la fiesta. Ya sabemos que Carlos V no se daba a hablar con el público, pero esto es una fiesta y hay que estar con el público».

A pesar de ese 'impasse' de tres años, Marsella asegura que siempre ha estado vinculado con esta fiesta. «Participo en ella porque me gusta, para mí no es ningún trabajo ayudar en lo que sea conveniente», apunta al tiempo que dice que para hacer este personaje es necesario «conocer un poco la historia del Emperador y su entorno, las hermanas, etc. Y luego darle un porte de cómo era en aquella época, con rigor. Y, además, está la parte física, como es el caso de la barba».

Carlos V disfrutó de una jornada festiva que arrancó a mediodía con una serie de actividades teatrales, musicales, cuentacuentos y malabares. Sobre las doce y media se celebraron las justas de espadas en las que los hidalgos caballeros se batieron fieles a la tradición renacentista de combate.

Mientras las rapaces exhibieron su destreza, expertos mostraron las técnicas y tácticas de lucha en el Renacimiento a la vez que enseñaron a los presentes a utilizar las armas como caballeros. Los asistentes también pudieron disfrutar de la belleza de la danza Sufí con sus ágiles movimientos y sus giros vertiginosos.

Al filo de las ocho de la tarde se celebró el Gran Desfile a través de los jardines de la Casa de Cultura Doctor Velasco, la Ronda del Puerto, las calles Menéndez Pelayo y López Seña hasta llegar al Palenque, donde Carlos V se dispuso a recibir a sus hermanas en la Playa Salvé.

Tras desembarcar en el arenal pejinas, la alcaldesa Charo Losa, como anfitriona, dedicó unas palabras al Emperador y a María de Hungría y Leonor de Francia. «Para esta villa y corregimiento que represento, es un alto honor el recibir a vuestras excelsas hermanas que, junto a vos, permanecerán en Laredo hasta vuestra partida a Cuacos de Yuste. Por fortuna majestad, hoy os vemos algo más recuperado que a vuestra llegada. Sin duda, que las viandas de esta tierra con las que los cocineros del séquito prepararon vuestra cena y el merecido descanso, parecen haber sido el bálsamo reparador que lo ha hecho posible».

La regidora pejina confió en que los días que restan de estancia entre los laredanos, «hagan posible su recuperación plena antes de emprender el largo camino que os aguarda hacia tierras de Castilla camino de vuestro retiro». «Emperador, como pudisteis comprobar, esta villa es tierra de acogida. Sus gentes, de probada rectitud y nobleza, dedicadas a las artes de la mar, los oficios y el campo, se muestran ilusionadas por vuestras reales presencias. Y como prueba de ello, el Corregimiento ha preparado un variado programa de fastos que os invitamos a presenciar y compartir. Sean vuestras realezas bienvenidas y junto al Emperador y vuestra Corte, disfrutad de los agasajos con que Laredo os recibe y pone a vuestra disposición».

Tras la intervención de la alcaldesa se disputó el Gran Torneo de Época, uno de los principales atractivos del día. Y, a continuación, el Emperador y sus hermanas, junto a las autoridades desfilaron juntos por las calles de Laredo. La jornada terminó con el espectáculo de fuegos artificiales en la Alameda.

Este domingo, la fiesta se retomará a mediodía con la apertura del mercado, que dará paso a la solemne misa que contará con la presencia del Emperador y sus hermanas. Tras el oficio religioso desfilarán de nuevo ante la mirada de los habitantes de Laredo. La jornada proseguirá con cuentacuentos, teatro de títeres, pasacalles, danza, un taller de esgrima infantil que tendrá lugar en la Sala de Armas Luis XIV, sonidos orientales, pasacalles, duelos de músicos y malabaristas. A las 21.00 horas el Emperador y sus hermanas se despedirán.