Vecinos de Laredo y Colindres se organizan para alegar contra el PSIR de La Pesquera
Más de un centenar de afectados se movilizan contra un plan de desarrollo de suelo industrial de 500.000 metros cuadrados que devalúa el precio de sus propiedades
La Casa de Cultura de Colindres fue este jueves el escenario de un encuentro en el que más de un centenar de vecinos de Laredo ... comenzaron a organizar su respuesta contra el Proyecto Singular de Interés Regional (PSIR) del Parque Industrial y Empresarial de Laredo, promovido por la empresa pública Suelo Industrial de Cantabria SL (Sican). Según se explicó en la sesión, el plan, que afecta a una superficie de 500.000 metros cuadrados, contempla la compra de terrenos y viviendas, calificados como rústicos desde 2019, «a un precio de 15 euros el metro cuadrado para, posteriormente, venderlos a 167 euros como suelo industrial».
En la reunión se palpaba el malestar entre los asistentes: abundaban las preguntas, las intervenciones y las muestras de disposición a colaborar. Las alarmas saltaron el pasado 31 de julio, cuando el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) publicó la aprobación inicial del proyecto. Desde entonces, el plazo corre: 45 días para formular alegaciones y observaciones a un plan que los afectados califican de «mole» y de «extremadamente ambicioso».
«Las fechas son malas», advirtió este jueves el abogado Ricardo Gundín, que liderará la defensa de los vecinos y que considera necesario constituirse como asociación. El anuncio se publicó el último día de julio y agosto es el mes de vacaciones por excelencia. Aun así, en una jornada calurosa y de pleno verano, los afectados se presentaron en el punto de encuentro, lo que pone en relieve el interés de este tema.
Gundín recordó que el PSIR toma como base el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Laredo, anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria en 2016. «Lo que se hace es expropiar todo el suelo industrial a todos los vecinos de Laredo y quitar autonomía al pueblo», criticó. «Lo más grave es que se apropian prácticamente del suelo industrial de Laredo y creo que ante eso debe reaccionar el alcalde -Miguel González- porque le quitan toda su voluntad», insistió.
La reunión estuvo marcada por una lluvia de intervenciones. Algunos relataron sus casos concretos, otros cuestionaron la necesidad de un polígono de tales dimensiones y no faltaron quienes se ofrecieron para asumir responsabilidades en la futura asociación. Asimismo, se reclamó la mediación en el conflicto del alcalde de Laredo, ya que los afectados consideran que el Gobierno regional le está «arrebatando» la potestad de decidir sobre el suelo industrial de su municipio, y lamentan que aún no haya mostrado su posición sobre este asunto.
«Si quieren les regalamos el suelo»
Uno de los aspectos más polémicos del PSIR es la inversión prevista. «Una de las premisas del PSIR es que se gasten 20 millones de euros en urbanizar, siempre que el suelo rústico salga barato», explicó Gundín. Aunque los vecinos se mostraron de acuerdo en la necesidad de crear suelo industrial, insistieron en que «lo paguen». Una vecina lo expresó con ironía al referirse a los 15 euros por metro cuadrado: «Me parece un chiste, si quieren se lo regalamos».
El malestar se arrastra desde 2019, cuando recibieron una notificación del catastro informando de que sus viviendas pasaban a clasificarse como terreno rústico. Para ellos, aquello fue un paso previo a la devaluación de sus propiedades: «En caso de expropiación nos van a dar para un paquete de pipas», recordaron que pensaron entonces.
A las críticas sobre el modelo económico se suman las preocupaciones medioambientales. Entre ellas, la gestión de vertidos en el arroyo Madre. «El polígono para Laredo y la mierda para Colindres», resumió una asistente.
El concejal de Colindres, Adrián Setién, también expresó su malestar: «Nadie nos ha avisado de que el nuevo polígono se va a conectar al saneamiento de Colindres. No hay capacidad». El edil adelantó que el Ayuntamiento de Colindres estudia, junto con todos los partidos si logran ponerse de acuerdo, «plantear unas alegaciones en conjunto para que hagan todo en buenas condiciones y sin agravar otros problemas».
La cita de ayer en la Casa de Cultura de Colindres dejó patente la oposición frontal por parte de los vecinos al PSIR de La Pesquera por las bajas compensaciones y lo que consideran como un modelo urbanístico impuesto desde fuera.
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