El Día de la Cruz da la bienvenida a los nuevos franciscanos de Santo Toribio
El obispo de Santander presidió este domingo la procesión y misa en el monasterio y recibió a los religiosos encargados de su custodia desde ahora
En un ritual histórico como es la fiesta de la Exaltación de la Cruz de Potes, suele haber poco margen para las novedades. Pero este ... año sí que se celebró con un cambio más que significativo. El popular acto litúrgico de este domingo sirvió como presentación de los franciscanos que han venido de México para hacerse cargo del Monasterio de Santo Toribio. Tanto la procesión bajo palio con la reliquia del Lignum Crucis, como la posterior misa solemne que se celebró, fue presidida por el obispo de Santander, Arturo Ros, junto con el provincial de los franciscanos, José María Arregui.
De esta forma, la ceremonia religiosa no solo contó con la presencia de los franciscanos mexicanos que cogerán el relevo en el monasterio, también de los compañeros de la misma orden que se retiran tras más de medio siglo de servicio en Santo Toribio. El obispo, en su homilía, manifestó que «estamos dichosos y agradecidos, porque en este día de la Exaltación de la Cruz llegan a este monasterio los nuevos franciscanos, que continuarán con la labor que durante estos 60 años han realizado los anteriores».
Uno de los nuevos religiosos recién llegados, fray Rafael Rizo, se dirigió a los asistentes en la ceremonia religiosa. «Estamos agradecidos por este proyecto pastoral al venir a estas benditas tierras de Cantabria, a este Monasterio de Santo Toribio de Liébana, signo de la redención de Cristo por el Lignum Crucis». Asimismo, manifestó después que «los franciscanos que hemos venido de la congregación franciscana de Santa María de Guadalupe, de México, y del Caribe, fray José de Jesús Rodríguez, fray Felipe Álvarez y un servidor, apreciamos la gran acogida del obispo, así como del provincial y hermanos de la fraternidad local, y estamos dispuestos a colaborar con el arciprestazgo en las parroquias de la zona».
Después, saludó a la comunidad de fieles «que han llegado a esta iglesia de diferentes lugares de esta comarca de Liébana, para manifestar su fe. Han sido 60 años de presencia franciscana aquí, y el espíritu de Francisco va a continuar». Concluyó deseando «que este recinto sagrado sea signo de conversión, de paz y de misericordia, con la presencia de la reliquia de la Cruz, para que todos seamos portadores de verdad, de Cristo que ha resucitado».
La misa finalizó con la bendición del Lignum Crucis y la posterior veneración en el claustro. Entre las autoridades estaba Isabel Urrutia, consejera de Presidencia; junto a alcaldes de Liébana y Peñarubia, además de diputados regionales, entre otros.
«Por fin vemos futuro»
Al concluir la ceremonia religiosa, y ya en el exterior de la iglesia, Isabel Urrutia reconoció que «se trata de una buena noticia para todos, para los cántabros y especialmente para los lebaniegos, saber que este monasterio va a continuar estando arropado, cuidado y defendido, con la llegada de los nuevos religiosos, que era lo que más nos preocupaba». La consejera insistió además en que «Liébana es emblemática, especial, distinta, y la llevamos todos en el corazón, y ha quedado demostrado en ese gran aplauso recibido por los nuevos franciscanos, que por fin están aquí, y porque irán llegando más». «Por fin vemos futuro para el monasterio», aseguró.
En el mismo sentido se manifestó Javier Gómez, alcalde de Potes, para el que la presencia de los religiosos mexicanos es «una noticia muy feliz, sin duda, para toda Liébana y los lebaniegos. Los recibimos con los brazos abiertos, colaborando con ellos para que formen parte de esta comarca y nos garanticen y den tantos años como lo han hecho los anteriores franciscanos, para los cuales tengo un grato recuerdo y agradecimiento».
De regreso a Potes, las Fiestas de la Cruz continuaron en la villa lebaniega con pasacalles, talleres, 'fiesta holi' para toda la familia, verbena y los tradicionales fuegos artificiales finales.
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