Hermoso de Mendoza y Alejandro Marcos brillan en Pesaguero
El rejoneador corta tres orejas y el salmantino dos de su primer oponente, mientras que Tristán Barroso se estrella con el peor lote del festejo
Guillermo Hermoso de Mendoza y Alejandro Marcos dejaron una gran tarde de toros de este domingo en Pesaguero. El rejoneador cortó tres orejas y el ... salmantino dos en una tarde en la que Tristán Barroso se estrelló con un lote imposible. Se lidiaron dos toros para rejones de Hermoso de Mendoza y dos de Valdefresno y uno de Montavo y Manuel Patón para lidia a pie.
Con tres cuartos de plaza abrió cartel Guillermo Hermoso de Mendoza en su única comparecencia en Cantabria esta temporada. El rejoneador navarro es uno de los destacados del escalafón y cortó una oreja de su primer oponente después de una trabajada faena ante un toro que se desplazó detrás de las monturas con nobleza. Con el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo, el estellés llegó rápido a conectar con el respetable para cortar dos orejas.
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Ganadería Dos toros de Hermoso de Mendoza para rejones, uno de ellos premiado con la vuelta al ruedo y cuatro a pie de Manuela Patón, Montalvo y Valdefresno. Bien presentados los seis.
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Guillermo Hermoso de Mendoza Oreja y dos orejas
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Alejandro Marcos Dos orejas y ovación
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Tristán Barroso Silencio y silencio
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Incidencias Plaza de toros portátil instalada en Lerones, con tres cuartos de entrada en tarde soleada y calurosa.
Con el cartel que da tomar la alternativa en Santander como carta de presentación, Alejandro Marcos encaraba su primera corrida del curso como sustituto de Román, volteado el lunes en Santoña y aquejado de una luxación de hombro. No notó la inactividad el salmantino, que se aseguró la puerta grande ante un toro de Montalvo que se desplazó con nobleza detrás de la tela de un diestro que ofreció su verdadera dimensión en el quinto, un animal de Valdefresno colaborador al que realizó una gran faena estropeada con los aceros. Pese a ello, gran tarde la ofrecida por el charro.
Completaba la terna Tristán Barroso, que llegaba después de cortar cuatro orejas y un rabo en Ampuero y se estrelló con el peor lote del festejo. El primero, de Valdefresno, apenas le permitió hacer faena, mientras que el sexto, de Manuel Patón, poco tuvo que ver con el noble encierro de la misma divisa lidiado el lunes en Santoña y tampoco permitió al galo repetir triunfo en Cantabria.
Una tarde entretenida, con algún susto sin consecuencias y en la que los aficionados se divirtieron gracias, sobre todo, a la gran dimensión ofrecida por Alejandro Marcos.
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