Liébana se despide de su coordinador de Cruz Roja tras presentar este su renuncia
Aquilino González ha estado al frente de la entidad benéfica los últimos siete años y acaba de dimitir «por motivos personales», dejando tras de sí una intensa labor altruista
Esta semana presentaba su dimisión el que hasta ahora ha sido coordinador de Cruz Roja en Líebana y Peñarrubia, Aquilino González, que renunciaba alegando «motivos personales». Su decisión, aunque respetada por todos, causaba una gran sorpresa en toda la comarca, puesto que ha desempeñado una intensa labor social y altruista. González tomó posesión del cargo en 2018 y prometió ayudar a «aquellos vecinos que estén pasando dificultades», y lo ha cumplido con creces hasta su renuncia.
Y es que, durante todos estos años, la labor que ha realizado Aquilino González, junto a su equipo de voluntarios comprometidos, ha sido de plena dedicación y entrega, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de muchas personas necesitadas, así como dedicando una especial atención a la formación.
El ya expresidente de la asamblea local hace un balance muy positivo de los siete años al frente de Cruz Roja, agradeciendo también «el apoyo institucional» de los Ayuntamientos, y de una forma especial al consistorio de Potes «por la cesión de espacios para poder disponer de una oficina, almacén y salón de actos, en el edificio de la antigua Casa Sindical». También al de Cillorigo de Liébana, «por poner a nuestra disposición un local donde poder guardar y almacenar los materiales que prestamos a todas aquellas personas que los han necesitado, tomando ahora el testigo de este último, AgroCantabria, que nos ha cedido un amplio local que disponen en Tama», enumera.
En este tiempo, el compromiso de González con los más necesitados ha jugado un papel fundamental para muchas personas. «Hemos repartido kits de alimentación, de higiene para el hogar y personal o ayudas para bebés y niños», añade. Además, el equipo ha actuado en materia de prevención de la pobreza energética, apoyando a doce familias con el pago de facturas, además de impartir talleres para optimizar los costes «con el único objetivo de mejorar la difícil situación que viven algunos vecinos de la zona», refleja.
También destaca el coordinador saliente la participación de la entidad en la labor de préstamo gratuito de sillas de ruedas, muletas, andadores, camas articuladas, grúas para movilizar a personas enfermas o sillas para el aseo de personas con la movilidad reducida «y que han contribuido a mejorar su calidad de vida», subraya.
En la actualidad, Cruz Roja cuenta con 238 socios en Liébana y Peñarrubia y un total de ocho voluntarios
Echando ya la vista atrás, González no quiere olvidarse del apoyo de los voluntarios que le han acompañado este tiempo. «Desde que inicié este camino han estado siempre conmigo en los momentos en que les he necesitado, cumpliendo con una labor callada pero efectiva, colaborando en la recaudación de fondos para situaciones urgentes como la Dana en Valencia o recuperando el Día de la Banderita, después de más de veinte años sin realizarse en Liébana», rememora.
Otro proyecto del que se siente muy satisfecho es el de la formación que se ha impartido desde la organización. Un tema «que ha hecho posible que muchas personas de todas las edades hayan recibido conocimientos de reanimación cardiopulmonar básica, actuar ante un atragantamiento, detectar un ictus de forma precoz, o usar el desfibrilador», cita. «Hemos impartido cursos de primeros auxilios dirigidos por la voluntaria Tamara Alonso, que ha hecho una gran labor», destaca. Tampoco se olvida González de la formación de jóvenes lebaniegos para ser socorristas, un activo más para las piscinas de la comarca, al igual que los trabajadores del polideportivo municipal de Potes, que también han recibido formación en soporte vital básico y desfibrilador semiautomático.
González deja una asamblea local de Cruz Roja de Liébana y Peñarrubia con 238 socios y una empresa colaboradora agregada a la organización, además de contar con el compromiso de un equipo de ocho voluntarios. La entidad se instaló en Potes en 1960, tuvo destacamento de Cruz Roja en el edificio del actual Centro de Salud, así como un puesto de socorro en la localidad de Ojedo.
