Rescate vacuno en el Deva
Los bomberos del parque de Liébana salvan a nueve novillos que habían caído al cauce del río tras huir asustados del prado en el que pastaban en Cillorigo
«Nunca pensé que me iba a ocurrir una situación como la que he vivido en tantos años atendiendo al ganado». Así de contundente se ... expresaba el ganadero Juan Carlos Alonso, vecino de Castro Cillorigo, al ver cómo nueve novillos de raza limusina de su propiedad caían al río Deva sin que él tuviera posibilidad alguna de rescatarlos, por lo que tuvieron que intervenir los bomberos del Parque de Emergencias de Liébana, que tienen su base en Sotama, a escasos kilómetros del lugar donde se encontraban la reses.
El suceso ocurrió ayer alrededor de las doce del mediodía, momento en el que una hija de Juan Carlos que paseaba muy cerca de la finca donde estaba el ganado, por debajo del molino del pueblo, vio cómo de repente salían todos los ejemplares asustados. «Mi hija vio que algo raro ocurría y me llamó de inmediato. Los novillos habían salido de la finca que se encuentra cercada con un pastor eléctrico por algo que les asustó, y pudimos localizarlos en un recodo de la margen izquierda del Deva, por debajo de la localidad de Castro Cillorigo. Habían bajado 200 metros río abajo desde el lugar donde se precipitaron al agua y era una zona donde había profundidad y corriente fuerte».
Juan Carlos se desplazó en coche junto a su mujer para tratar de localizar a los animales, pero cuando les encontraron, vieron que el lugar donde estaban era inaccesible desde las fincas por el talud que caía al río. Ante esta situación, el ganadero tuvo que pedir ayuda a los bomberos del 112 del parque de Liébana «que se desplazaron hasta el lugar y lograron sacar del agua a todos los animales con vida».
El ganadero reconoce que «estaba muy preocupado, ya que no sabía la reacción que iban a tener los novillos al intentar moverles del recodo donde se encontraban y temía que intentasen dirigirse río abajo, para bajar por el cauce entre Castro Cillorigo y Lebeña. Había mucha corriente y el riesgo de que se ahogaran era algo que me hacía estar muy intranquilo».
Por suerte, todo salió bien y el ganadero se muestra muy agradecido a los tres bomberos del Parque de Emergencias de Tama, porque «con gran profesionalidad realizaron una gran labor, ya que no fue nada fácil conducir a los animales atravesando el río, hasta sacarlos a la otra orilla, por la profundidad del agua y la fuerte corriente del Deva».
Un rescate complicado
Responsables del equipo de bomberos manifestaron a El Diario Montañés que «nos desplazamos hasta el lugar tres bomberos y por medio de una línea de vida, cruzamos dos de nosotros hasta donde se encontraba el ganado. Había una fuerte corriente e intentamos sacar a los animales a contracorriente, pero después de unos metros se asustaron, por lo que tuvimos que guiarlos hasta la margen derecha del Deva, donde salieron del agua, pero llegamos hasta el borde de un talud y para poder sacarlos tuvimos que cortar un trozo de bionda de acceso a la N-621, por donde ya pudieron salir en perfecto estado y regresar a Castro Cillorigo».
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