Vacaciones en una ermita de Peñarrubia
Los estudiantes de un campus internacional de voluntariado recuperan el pequeño templo del siglo XIII del Desfiladero de La Hermida
Un grupo de diecisiete jóvenes de diferentes países han participado estos días en la recuperación de una ermita del siglo XIII en pleno Desfiladero de ... la Hermida (Peñarrubia). Una experiencia que han calificado como «única y muy gratificante». Se trata de estudiantes de un campus internacional de voluntariado que han rescatado del olvido el templo de San Pelayo (nombre de la ermita), así como su entorno y el camino medieval de acceso. Los jóvenes también han disfrutado de actividades culturales y de aventura en un entorno privilegiado.
El proyecto, impulsado por las direcciones generales de Juventud y de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Peñarrubia, con el fin de recuperar los restos del edificio religioso. Los jóvenes proceden de Cantabria y de otras regiones como: Valencia, Extremadura, Murcia, Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha y País Vasco junto integrantes provenientes de otros países como Italia y México. Los participantes han contado con la ayuda de monitores así como del arqueólogo José Manuel Morlote (de GAEM Arqueólogos), que ha dirigido los trabajos. «Hemos dividido a los jóvenes en tres grupos, que se iban turnando en las actividades para limpiar el camino de acceso a la ermita, la recuperación del recinto interior y tareas de registro, anotación y planificación de las actividades».
Los jóvenes estos días han colaborado en las tareas para adecentar también el entorno y el camino medieval de acceso
El edificio que se está recuperando es del siglo XIII, cuenta con una bóveda con arco protogótico y estuvo en uso durante siglos −desde finales del XIX hasta poco antes de la guerra civil fue cementerio parroquial−. Las labores han consistido en limpieza del interior, de muros, de arbolado y del camino de acceso.
Satisfacción
Los participantes se van todos con un buen sabor de boca, tanto de la actividad como del entorno natural que han disfrutado. «Estoy feliz con la experiencia, ya que te permite viajar, conocer gente de ámbitos muy diversos. Tenía ganas de conocer Cantabria, y me voy muy satisfecha», dice la joven Lucía García, de Mérida (Badajoz). Igualmente, la madrileña Ana Suárez admite que le gusta mucho todo lo que ha visto: «Me encanta y aquí estoy aportando mi trabajo al grupo», refleja mientras trabaja en la bóveda. Por su parte, el italiano Giovani Alici también se siente satisfecho por el trabajo hecho, la experiencia vivida y el entorno: «He conocido esta hermosa comarca y su naturaleza», dice. Algo a lo que también se suma el mexicano Antonio Ruiz al recalcar que: «Este lugar es muy hermoso, y la experiencia ha sido estupenda».
«Hemos rehabilitado la ermita, haciendo un bien para el pueblo» aporta con orgullo el valenciano Jaume Hernández, mientras que la murciana Celia Sánchez lo valora todo de «increíble», en el buen sentido de la palabra. «Todos coincidimos en que han sido las mejores vacaciones de nuestra vida», concluyen.
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